El comisionado de la Cofepris, Mikel Arreola, informó que el agua de los 31 pozos, proveniente de los ríos Bacamuchi y Sonora, es potable.
"Lo que hicimos fue dejar correr los pozos que estaban suspendidos para tomar muestras que evidenciaran el agua corriente de cada pozo, por cada pozo tomamos tres muestras, una al momento que se prendieron, la segunda a las 24 horas y la tercera a las 72 y se hicieron coordinadamente con la Conagua", detalló en entrevista con Tania Díaz para Notivox Televisión.
“Esas muestras las comparamos y la conclusión es que los 31 pozos son aptos en materia de materiales pesados, también en potabilidad, en ese sentido el proceso acaba de terminar esta semana”, explicó el funcionario.
Tras los estudios correspondientes, también se dio aviso a los presidentes de los siete municipios afectados, quienes administran dichos pozos.
El comisionado de la Cofepris indicó que mantendrán dos brigadas epidemiológicas permanentes con personal especializado en problemas toxicológicos, psicológicos, dermatológicos y pediátricos.
Asimismo, detalló que han sido atendidas 36 personas que tuvieron contacto directo con el agua contaminada, de las cuales ya fueron resarcidas económicamente a 20 de ellas.
Arreola comentó que se llevará a cabo un seguimiento de 15 años a los enfermos crónicos que fueron afectados por el derrame, pero aún no se tienen cifras exactas de estos afectados.
“Queremos que la gente tenga la certeza de que si hay más gastos se van a pagar por medio del fideicomiso”, aseguró.
