Nuevo León, la capital nacional del consumo de comida rápida, enfrenta el reto de una población infantil con obesidad.
El 40 por ciento de los niños en edad escolar, de 5 a11 años, padecen lo que los doctores han llamado una epidemia provocada por la mala alimentación y la poca actividad física.
El jefe de medicina interna del Hospital Universitario, Dionicio Galarza Delgado, señaló que la obesidad es el peor mal, además de la inseguridad que afecta de forma preocupante a la población, pues con la obesidad se reduce la esperanza y calidad de vida de las nuevas generaciones.
"Ya somos el primer lugar mundial en obesidad, desafortunadamente, tenemos que un 75 por ciento de la población a nivel a nacional tienen sobrepeso o tiene obesidad, sin ir más lejos, aquí en el estado de Nuevo León un millón de personas padecen de obesidad.
"Niños en edad escolar, entre 5 y 11 años, es el 40 por ciento, lo que representa a 250 mil niños obesos", explicó.
Esto pese a que se han implementado estrategias a nivel federal y local para reducir la cifra, y tal parece que el incremento en el costo de la comida rápida tampoco hizo meya en el consumo.
Para evitar este problema de salud pública, el doctor Homero Yáñez Terreros, profesor de medicina interna del Hospital Universitario, insistió en la importancia de educar a los menores en una alimentación balanceada que no esté basada en la ingesta de carbohidratos.
"Y empieza con la atención de los padres a la calidad del alimento que estamos entregando a nuestras familias", dijo.
Agregó que el carbohidrato sin duda sabe bien y es necesario para el organismo, pero si se consume en exceso puede detonar el sobrepeso y las enfermedades derivadas como la diabetes y la hipertensión.
De acuerdo con los médicos no basta con la alimentación, por lo que recomendaron que se practiquen al menos 20 minutos de ejercicio al día, cinco veces a la semana.
Otra recomendación que dieron fue "moverse más y comer menos", ya que en las generaciones anteriores la alimentación era más casera y con la mínima de productos procesados, sumado a juegos o deportes que obligaban a niños o adolescentes a quemar calorías.
Consideraron que un problema que se enfrenta actualmente es la falta de espacios recreativos y áreas verdes adecuadas en las colonias para que los menores de edad puedan realizar actividades recreativas y tengan menos contacto con los videojuegos.
Para la licenciada en Nutrición, Patricia Áncer Rodríguez, los padres y la población en general ahora deben vigilar el contenido nutricional incluso del pan integral o los alimentos procesados industrialmente, ya que se ha detectado en hasta en los que se comercializan como "nutritivos" hay adición de azúcar que no es necesaria y que constituye un carbohidrato.