Pese a la crisis de seguridad que se vive en los Centros Penitenciarios, el arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, acudió al penal de Apodaca para realizar el tradicional lavatorio de pies a los internos este jueves santo.
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Monseñor dio a conocer que es muy importante que este tipo de actividades sigan vigentes ya que es un acto de reflexión para los internos.
Reconoció que aunque haya dificultades en los Centros Penitenciarios, es un deber de la Iglesia Católica apoyar y orar por los internos, así como ponerse al servicio de los mismos.
En su mensaje, Monseñor destacó que es deber de la Iglesia y la sociedad generar ciudadanos de bien, más allá de quejarse y estar criticando las malas acciones de los demás.
"Es una palabra para la gente que no está aquí, de reconocer que aunque haya dificultades en los Ceresos, es nuestro deber apoyar, es nuestro deber orar y también ponernos al servicio.
"Creo que la sociedad y nosotros (Iglesia) somos responsables de que esto camine mejor, no basta quejarse, no basta criticar, es necesario que cada quien haga lo que está de su parte, y la sociedad también con su opinión", dijo.
"Y, sobre todo, con su buena disposición tiene que ayudar para que esto no sea peor, sino que de alguna manera podamos aliviar la situación que se genera", refirió.
Durante la homilía, el prelado exhortó a los internos a vivir en paz y crear un mejor entorno en el lugar en que se encuentran.
"Yo quiero invitarlos a la concordia, al respeto entre ellos, a disminuir la agresión entre ellos mismos para que el tiempo que transcurren aquí, sea lo menos doloroso", añadió Cabrera López.
La situación que se vive en los penales ha sido de las más críticas en la historia, ya que a la fecha van 61 muertos en cinco eventos que se han desarrollado en los últimos dos años.
KDSC