En México, los poco más de dos décadas que tiene en vigor el Tratado de Libre Comercio (TLC) han sido de librar batallas para impulsar la industria cinematográfica nacional.
Así percibe el actor Bruno Bichir la compleja relación que ha tenido el cine mexicano tras la firma del tratado comercial en 1992, en el marco de la renegociación que mantienen secretarios de Canadá, Estados Unidos y México.
De visita en la ciudad para presentar la obra teatral Oleanna junto a Tato Alexander, en el marco del Laboratorio Global de Humanidades de la UDEM, Bichir habló sobre la situación del arte y la cultura en el llamado TLC.
“Nos ha costado mucho a la familia cinematográfica los pequeñitos logros que se han obtenido. Han sido 20 años de batalla y la libramos apenas”, reflexionó el actor.
Protagonista en cintas como Crónica de un desayuno, aunado a participar en la serie Narcos, Bichir refirió que uno de los problemas es la mínima selección del cine de Estados Unidos proyectado en México.
Aunado a ello, las condiciones de la industria nacional al interior provocan que el gran problema siga siendo la exhibición.
“Creo que primero debería resolverse el problema aquí”, apuntó.
Las negociaciones que los representantes de los tres países han sostenido en la renegociación del TLC han versado en temas relacionados a industria o prestaciones laborales.
“Trump dice que el tratado es desventajoso para ellos, pero una gran parte de nosotros creemos que nos súper atoraron desde el principio.
Desde un comienzo pedimos que se sacara del tratado arte y cultura, con cinematografía por supuesto”, opinó.