Este 14 de febrero, Día del Amor y la Amistad, es el pretexto ideal para demostrar algún sentimiento hacia una persona en especial, celebrar o para compartir anécdotas dignas de película romántica.
Es el caso de un par de historias donde es posible que dos corazones tan parecidos lleguen a coincidir, a pesar que el destino los colocó a kilómetros de distancia entre sus lugares natales.
Mexicana y coreano como pareja ideal
Elizabeth Juárez es una joven torreonense que en el año 2018 contrajo matrimonio con un joven de origen coreano, Jinseop Lee, quien estudiaba el idioma español mientras que Lizzie aprendía de manera empírica el idioma coreano por internet.
Todo empezó por su gusto por la cultura asiática, lo cual desarrolló al paso de los años el interés de aprender esta lengua con el fin de comprender letras de música y entender a los diálogos novelas coreanas.
En ese proceso no dudó en registrarse en una página donde interactuaban personas de todo el mundo que estudiaban determinados idiomas, sitio en el que se podía solucionar dudas de manera recíproca. Ahí fue su primer contacto sin pasarles por la mente lo que les deparaba el destino.
“Nos conocimos por internet en 2015 mientras yo trataba de estudiar coreano por mi cuenta y él a su vez estaba acabando su carrera en Español, por lo que tratamos de apoyarnos y mejorar. En la página que coincidimos era de intercambio de idiomas, ahí platicábamos temas de amistad y resolvíamos dudas de gramática”.
Esa amistad siguió y empezaron a seguirse en sus redes sociales para conocerse un poco más. Luego de un año, Jinseop Lee toma la decisión de viajar desde Seúl, Corea del Sur, hasta la Comarca Lagunera especialmente para conocer a Elizabeth, o por lo menos es lo que ella creía.
“Cuando vino a México era en calidad de amigos, pero al llegar a Torreón me dijo que en realidad venía con la intención de pedirme que fuera su novia y acepté. Fue el 13 de octubre del 2016 cuando nos conocimos y dos años después en la misma fecha que nos casamos”.
Actualmente Lizzie y Jinseop Lee radican en la ciudad de Torreón, donde él se desempeña como maestro de idioma coreano.
A Pesar de la diferencia de culturas, costumbres y hábitos entre la sociedad mexicana y el coreano, la pareja comparte que es una relación de mucho aprendizaje. “La combinación de México y Corea es ideal, creo que somos muy compatibles al aprender valores de la otra cultura y hacemos una combinación en las comidas y cada día es algo muy diferente”, compartió Elizabeth Juárez.
Un viaje que cambió todo
Alejandra Selene terminó sus estudios universitarios en la ciudad de Torreón y fue invitada por su mejor amigo a un viaje a Canadá, sin embargo, nunca imaginó que tan solo unos días antes de regresar a México, conocería a quien ahora es su futuro esposo.
Al vacacionar por varios días en la ciudad de Quebec, conoció a Pelletier Yan, un residente canadiense que de inmediato hizo ‘match’ con ella a pesar de la diferencia de culturas y de idioma. Incluso en su primera cita utilizaron una aplicación de traducción automática para comunicarse al acudir a un restaurante.
En la segunda cita, a punto de regresar a México, no había duda que había más química entre ambos y sabían que su historia no quedaría ahí.
Meses después, y luego de largas e intensas charlas por mensajes de texto con palabras marcadas con el sello de cariño, se auguraba la posibilidad de iniciar una relación de la cual, la distancia y la pandemia serían un obstáculo pero no un impedimento de volver a encontrarse frente a frente.
Al cierre del año pasado logró regresar a Quebec, ciudad que fue testigo de la propuesta de matrimonio del joven canadiense a la joven lagunera. Así, el próximo 20 de febrero está marcado a ser inolvidable para la pareja mexicocanadiense al unirse como marido y mujer.
“Desde un principio fue muy atento conmigo y al paso del tiempo me fue demostrando lo que sentía, me presentó a sus padres con los cuales me llevo muy bien, me cuida, me trata muy bien, es muy atento”.
Alejandra considera que cohabitar con una persona con costumbres tan diferentes, clima radicalmente diferente y con un lenguaje que no se domina como francés, resulta un proceso de adaptación en el que aprende a sobrellevar una nueva vida que cambió luego de un viaje que cambió todo.
“Aprendí que un viaje te puede cambiar toda la vida”, añadió Alejandra.
Esta pareja tiene pensado disfrutar el próximo 14 de febrero, Día del Amor, con una cena romántica donde el vino tinto será el invitado especial a lo que será una previa a lo que esperan vivir el día de su boda.
Tanto la pareja de Jinseop Lee y Elizabeth, como la de Alejandra y Yan, son testigos que el amor no tiene frontera alguna y que ahora disfrutan su momento llenos de felicidad que cada día buscan alimentar en pareja con el cariño, la paciencia y el respeto como base.
CALE