Después de su participación en "Spectre: 007", a Stephanie Sigman se le abrieron las puertas del cine internacional y obtuvo un papel en Annabelle, cinta que la enfrentó a su miedo a lo sobrenatural.
En la secuela de El conjuro, la mexicana da vida a la hermana Charlotte, papel que no fue fácil para ella, pues incluso mandó bendecir el foro antes de iniciar la filmación.
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"A mí me dan mucho miedo las películas de terror, pero también estoy emocionada de qué es una cinta que va a salir en todas partes y voy a poder compartir eso con mucha más gente", dijo Sigman.
"Recé mucho, llevé una Biblia todo el tiempo conmigo, un sacerdote me ayudó a bendecir el set y a la muñeca y con mucho respeto hice esas escenas", agregó la actriz.
El miedo que tiene Sigman a los sucesos paranormales se debe a que antes ya los ha vivido, pero en esta ocasión no lo sufrió, "solo me machuqué el dedo y se me cayó la uña", dijo.
De la producción adelantó que, en su opinión, la historia está muy bien contada y el equipo de efectos especiales hizo un gran trabajo que fue más allá de los paneles verdes.
"Las cosas sí sucedían físicamente en la casa, como luces y movimientos, lo de más uno se lo imagina, pero para eso entrenas", señaló.
De su caracterización no adelantó detalles, pues prefiere que el público se sorprenda cuando llegue a las salas, en mayo de 2017, sin embargo dijo que se trata de una monja muy poderosa.
"Ya terminó el rodaje, están haciendo la posproducción y la mezcla de sonido, donde no estoy involucrada. No he podido ver nada, para mí es un misterio", aseguró Stephanie.
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Para la mexicana, Annabelle representa la ventana más grande de exposición a Hollywood que se le ha abierto hasta el momento, y considera estar preparada para seguir avanzando.
"Es un proceso, se van abriendo otros horizontes y otro público, yo creo que ya estoy lista para todo eso", finalizó.
DAPR