La vida en el rastro de un personaje como Efraín, quien mata a miles de reses por día, fue un punto de partida para que el cineasta Gabriel Serra buscara documentar esta experiencia que calificó como "visceral".
El recién nominado al Oscar en la categoría de Mejor Cortometraje Documental contó que fueron alrededor de dos meses para realizar este trabajo que fue seleccionado de entre 500 documentales.
"La experiencia de hacer la película fue visceral, en el sentido de la manera en que afronté el proyecto con el corazón y el estómago en la mano. Es la misma sensación que tuve estando en el rastro", comentó Gabriel Serra, vía Skype.
La manera en que filmó el proceso donde los animales pasan sus últimos momentos fue una atmósfera que el director quería que fuera "absorbente con el lenguaje audiovisual" y que sumergiera a los espectadores.