Es aún muy joven y, no obstante, Josh Hutcherson (Kentucky, 1992) tiene ya una carrera digna de mención, con participaciones en cintas galardonadas como Los chicos están bien o la exitosa saga Los juegos del hambre (donde interpreta a Peeta Mellarck), una franquicia cuyas tres primeras entregas superaron los mil 500 millones de dólares en taquilla y gracias a la cual el rostro de Josh aparece ahora en todas las publicaciones.
Sin embargo, el juego de la celebridad no se le antoja como algo perenne, y al respecto señala: "No deja de ser algo muy emocionante, pero también es complicado. Por un lado es bueno contar con el apoyo constante en el trabajo que hago, y créeme, eso lo aprecio profundamente; pero también sucede que a veces los medios se empecinan en saber más de tu vida personal, y francamente no creo que sea del interés de nadie saber qué haces en tu intimidad. A fin de cuentas mi vida es, supongo, muy parecido a la de cualquiera".
"Sinsajo parte II" es, ahora sí, el final de la saga. ¿Cómo te sientes al respecto?
No sé... extraño. Hace un año que terminamos de filmar y, sin embargo, me siento todavía como si apenas hubiera terminado el último día de rodaje. Hacer estas películas fue algo muy especial para mí.
Qué tal tu personaje... ¿sientes que maduró conforme avanzó la saga?
Sí, claro. Esta entrega es importante porque Peeta muestra una faceta de madurez. En las primeras partes se ve como un muchacho de buen corazón, luego, en la tercera, como una máquina de matar después que le lavan el cerebro y lo torturan. Entonces se convierte en un monstruo. Esto le dio una nueva dimensión al personaje y enfrentar esa transformación fue emocionante. Ahora, en el desenlace, creo que alcanza todo su potencial.
Uno de tus mentores fue Philip Seymour Hoffman y aparece en esta cinta, ¿cuál recuerdo podrías compartirnos acerca de él?
Philip fue uno de los actores más grandes de la historia del cine, y no estoy exagerando, para todos los personajes que interpretó, la forma como los asumió en cada respiro, cada gesto que hacía... Además, era una persona extraordinaria. Todo eso hace que lo extrañe y me duela mucho que ya no esté aquí con nosotros.
¿Qué tan involucrada estuvo Suzanne Collins, la autora de las novelas, con el rodaje de las películas?
Muy, muy involucrada. Eso fue genial, dado que estuvo en la primera prueba que hice en casting y fue algo impresionante hace como cinco años. ¡Entrar a esa habitación y ver a la autora de libro! Me llamó cuando conseguí el papel, diciendo que "si hay algo que necesites saber sobre Peeta házmelo saber. He aquí mi número de teléfono celular, el de mi casa y mi correo electrónico". Es muy generosa y estuvo mucho en el set con nosotros. Fue genial tenerla allí, pues daba una sensación de calma. Sabe que somos actores que hacemos la interpretación de sus personajes, y dijo que no podía esperar a ver qué podíamos hacer con ello. Estaba emocionada de verlo pasar al cine. También ayudó a hacer pequeños ajustes para que fuese la mejor película posible.
¿Antes de comenzar pensaste cómo podría cambiar tu vida en lo que es ahora?
No lo pensé, la verdad. Para mí, la razón por la cual hago películas es porque me encanta actuar e interpretar diferentes personajes. Cuando leí estos libros, conecté con Peeta en muchos niveles, porque lo que él cree también lo creo yo. Hubiera muerto si no hubiese conseguido el papel. Pero no estaba en mi mente el hecho de que esto pudiera ser un fenómeno.
El último libro es muy oscuro y violento: ¿esta parte final de la saga será similar?
Tiene que serlo, y es parte de la esencia de los libros, capturar lo brutales que son. Uno de los grandes puntos de la historia es que estos chicos son obligados a estar en estas situaciones. Sin embargo, fue duro el encontrar ese equilibrio entre permanecer fiel al libro y a la esencia de la brutalidad, el alienar al público con las cosas visualmente brutales. Tienes que hacerlo para una audiencia enorme. Una de las razones por las cuales contrataron a Francis Lawrence fue porque él sabía cómo hacer que funcionase en todos los aspectos.
Si existieran competencias como ésta, ¿qué tan capaz serías en sobrevivir?
Yo... (ríe). Mira, soy una persona modesta, lo juro por Dios, pero creo que sería realmente bueno en Los juegos del hambre, soy una persona amante del aire libre. Me encanta la selva, crecí jugando en el bosque, haciendo acampadas y escalada. Soy rápido, hago deporte, he hecho entrenamiento de lucha; ¡creo que sería bueno! Quizás tendría posibilidades. Mi punto débil serían los profesionales, que son entrenados para matar. Se desconectan cuando se trata de matar gente, así que ese sería mi mayor problema. Intentaría sobrevivir lo máximo posible sin el combate cuerpo a cuerpo.
¿Cuál fue tu escena favorita de rodar?
Probablemente las escenas entre Peeta y Katniss (interpretada por Jennifer Lawrence). Ella se pregunta, ahora que es una heroína, si puede confiar en Peeta, y él ha estado toda su vida sin decirle a ella cómo se siente. Aquí ella finalmente puede confiar en él, y como actor ese es el gran punto de cambio para el personaje, así que fue muy divertido interpretarlo. Incluso como lector esa fue mi parte favorita, al leerla pensé: "¡Sí! ¡Finalmente lo dijo! ¡Se aman de verdad!".
¿Cómo era la atmósfera en el set con el resto?
Era genial. Una de mis cosas favoritas es interactuar con gente realmente brillante y con talento. Quiero a todos los actores que eligieron para la película. "Los Tributos" (los niños participantes en los juegos) eran increíbles. Fue raro el ir a una escena donde tienes que estar aterrorizado por ellos y luego irnos a comer todos juntos, como si estuviésemos, no sé, en la escuela. Francis creó un gran ambiente para que rodáramos las dos partes finales.
¿Qué tal trabajar con actores como Donald Sutherland y Woody Harrelson?
Ellos y Julianne Moore, por ejemplo, son gente que he admirado toda mi vida, y ahora hemos trabajado juntos, y están en películas en las que estoy; es increíble. Woody Harrelson, de todos los miembros del elenco en la película, era de quien he visto más películas; White Men Can't Jump es una de mis favoritas, porque me encanta el basquetbol. Trabajar con él ha sido un honor, y ahora nos escribimos y hablamos todo el tiempo. ¡Es amigo mío! No es solo Woody Harrelson, ¡es mi amigo! Cómo ha sido eso posible, ¡es increíble! Aún no lo creo.
¿Qué vendrá después de Peeta?
Hay más proyectos, más trabajo. Como actor estás siempre en búsqueda. Ahora quiero hacer roles diferentes, ya como adulto, que me exijan más. Estoy muy agradecido con la experiencia que me llevó alrededor del mundo, pero sí, quiero crecer más, así que después de Peeta habrá personajes que me ayuden a demostrar versatilidad y que me den ocasión de aprender de ellos.