The Golden Age y Killigion son dos bandas mexicanas con propuestas de música extrema. Enseguida los detalles de sus recientes producciones.
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The Golden Age - “Eternal cosmic aeons” - American Line Prods (2021)
The Golden Age se atreve con la verdadera esencia de este movimiento, como ellos llaman al formato físico de la música, para sacar su disco “Eternal cosmic aeons”. Y los originarios de Tula de Allende, Hidalgo, lo hacen con otra de las esencias del género: thrash death metal. La alineación que se cita en este disco es la siguiente: Saporro (vocalista), Ravenous Cujo (batería), Necromancer (guitarra y bajo) y Mario Burzum (bajo). Así, desde el inicio imprimen velocidad y gritos descomunales en “Inhuman beings manifestation”, “Crucifixion”, “In times of primal death” y “The antithesis of creation”. La aventura etérea se enfatiza con la instrumental “Eternal cosmic aeons”, intro para el apunte melódico de “Archaic macabre invocation”. Pura adrenalina con “Stellar vortex machines” y “Descended the sky of universe”. Firman el cierre con potencia maquinal: “Ancient civilization” y “The dwell of the cursed arcan”. Con “Asesino” le rinden tributo a Bestia Metálica, banda de Tula que en los años 80 le dio a esta escena una presencia digna a nivel nacional.
Killigion - “Killigion” - American Line Prods (2021)
Killigion redefine su sonido post Havoc con un death metal técnico y actual, en el que reconoce influencias variadas de bandas como Lamb of God, Meshuggah, Annihilator (en algunos riffs) o Rotting Christ. Sin miedo a los cambios, esta banda mexiquense sabe ajustar las ambientaciones para destacar el concepto de cada tema, con letras que reflejan el odio que provoca el fanatismo, así como la corrupción y la explotación mediática en que está inmersa la sociedad actual. Desde luego se vive una nueva realidad y “Core virus” abre el disco, primero con campanas y cantos gregorianos para dar paso a un sonido bien ensamblado, en clave de la voz de Aldo Jaén, que sin salirse de lo gutural se aplica en las variantes, desde los clásicos gruñidos a los gritos agónicos, e incluso vocifera como si declamara. Y es que se aprecia cómo convirtieron el estudio en su laboratorio, para diseccionar cada pieza en partes y dos buenos ejemplos son “The hallucination battlefield”, que rompe con los esquemas comunes en el death, y “Killigion”, una de las composiciones mejor logradas, para hacerle honor al nombre de su disco. En “100% organic” las voces y el sonido de una motosierra se fusionan con riffs dominadores, que proceden de Ulises Jaén, encargado de la guitarra y los sonidos técnicos, y de Johan Pereyra, quien cubre también la guitarra y el bajo. En este disco tuvieron como músicos invitados a David Lozada (bajo) y Josué Lozada (batería).
Hay riffs abrasivos y tóxicos en “Operation artichoke (the seekers of madness)” y “Ah puch”. Hay sonidos paranoicos en “Awakening my demons” y robóticos en “Gods of gold”, en esta última el intro y outro son tomados de la película “Blade Runner”. Cierran con “*” (sic), breve pieza instrumental que sella este álbum que es una explosión de energía y emociones.
Los discos en:
https://es-la.facebook.com/alprods/
