Ciudad de México /
“No podemos ponernos más papistas que el Papa”: dijo el secretario de Cultura, Rafael Tovar y de Teresa, al justificar la presencia del cantante Manuel Mijares en el Palacio de Bellas Artes, que tanta controversia ha generado entre la comunidad cultural y en las redes sociales.
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El secretario de Cultura reconoció que a él le gusta cómo canta Mijares y también la Orquesta de (Valery) Gergiev. "Afortunadamente tengo un criterio musical bastante amplio que me permite entender que los distintos lenguajes son para distintos momentos de la vida, tengo una especial predilección por la música de concierto pero yo reconozco el talento de muchos artistas populares, porque no solamente es su calidad sino la forma en que se conectan con un público". [OBJECT]
Tovar y de Teresa recordó que hay un reglamento-decreto de 1944, del tiempo en el que Jaime Torres Bodet fue secretario de Educación por primera vez, en el cual se establece una cierta amplitud para poder recibir artistas que sólo fueran considerados de alta cultura.
Reconoció que fue la Secretaría a su cargo la que autorizó, junto con el INBA, la presencia de Mijares en un “concierto privado” en el Palacio de Mármol, ya que grabaría un disco en este recinto.
“Es muy claro ese reglamento y en esos años se presentaron en el Palacio de Bellas Artes Jorge Negrete, Pedro Infante, y Tata Nacho, se presentaron prácticamente todos los artistas populares de importancia, esto ha seguido sucediendo en las últimas décadas”.
El funcionario indicó que en Bellas Artes se debe mantener un criterio de excelencia “pero se me hace un poco paradójico que cuando se presenta el concierto de Mijares, el día anterior Juan Gabriel atrae a un millón de personas y, al día siguiente de que termina el homenaje, estuvo el concierto de Los Folkloristas. Entonces yo creo que tampoco no nos podemos poner más papistas que el Papa”.
Tovar y de Teresa le solicitó a María Cristina García Cepeda, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, que explicara la situación. Ella aclaró que el concierto se autorizó desde hace seis meses y que se aprobó porque cumplía con los parámetros de calidad debido a que se presentaba con la Orquesta Sinfónica de Puebla, además el artista pagó 450 mil 493 pesos por el espacio, más 108 mil por gastos de operación.
Previamente, la titular del INBA se había desentendido: “Mijares Sinfónico merece todo mi respeto; lamentablemente al haberse presentado como evento privado y no abierto al público, ha causado polémica y molestias expresadas en los medios de comunicación. En su momento expresé mi desacuerdo con este formato”. Más adelante agregó que el recinto "no está a la disposición del mejor postor".
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