In a Heartbeat, el cortometraje animado que muestra a dos niños que se enamoran, rompió internet. Se convirtió en el octavo video más visto en YouTube durante 2017 con más de 32 millones de reproducciones. En el momento de su lanzamiento, el pasado 31 de julio, desató una tormenta de comentarios en las redes, muchos de apoyo y algunos otros de odio y falta de sentido común.
Desde ese momento, el proyecto escolar ha sido un éxito y ahora sigue su camino hacia el Oscar, ya que fue preseleccionado en la lista final junto a otros nueve trabajos para competir por una nominación a Mejor Cortometraje Animado, y para el mexicano Esteban Bravo es una situación que parece irreal.
“Ha sido totalmente loco, porque al final esto era como un trabajo de tesis, que estaba haciendo con Beth David (codirectora), pero nunca pensamos que iba a llegar a este público. Ha sido increíble todo lo que ha pasado, no lo esperábamos. El reconocimiento más importante que hemos recibido fue el premio de la Academia para estudiantes, que fue en octubre”, dijo en entrevista a ¡hey! Esteban, que, en efecto, ya fue reconocido por su labor en el Oscar estudiantil.
Esteban es un joven de 24 años que nació en Ciudad de México, por el rumbo del Pedregal. Creció también en la capital y posteriormente vivió en Monterrey. Entre sus familiares no había nadie que se hubiera dedicado a las artes y mucho menos a la animación, por lo que comenta que fue en la preparatoria cuando comenzó a tomar en serio la idea de convertirse en un animador.
“Empece en el Tec de Monterrey estudiando arte digital, estuve ahí un semestre y quise irme a estudiar afuera, porque quería ver otros programas; entonces, ahí fui a parar a Ringling College”, platica Esteban, quien comenzó a estudiar desde 2013 en ese instituto de Arte y Diseño, ubicado en Sarasota, Florida, y cuyo trabajo de graduación fue In a Hearbeat, un cortometraje que les tomó alrededor de un año y cuatro meses concluir.
In a Heartbeat envía un poderoso mensaje de amor con un par de personajes infantiles, un tema que nunca ha sido tratado por los grandes estudios de animación. Niños y homosexualidad es una relación que crea mucha incomodidad entre diversos sectores de la población y justo por eso Esteban Bravo y Beth David pensaron en crear una historia que abordara la temática gay, pero desde un ángulo distinto.
“Precisamente esa era una de las razones por la cual queríamos tocar este tema, porque sabíamos que la percepción de público es que hay una versión hipersexualizada de los homosexuales y eso se debe también a que muchas películas LGBT abordan el tema desde una perspectiva sexual.
“En una relación heterosexual como en una homosexual existe la parte del amor y lo que puedas sentir. Este corto confronta esa percepción de la sociedad para que piensen las cosas de otra manera, que el amor es normal, que en los homosexuales también existe”, afirma.
El 23 de enero será una fecha importante para Esteban y para In a Hearbeat, ya que se darán a conocer las nominaciones al Oscar, en las cuales pueden compartir categoría ni más ni menos que con los estudios Pixar, ya que Lou, el cortó que se proyectó antes de Cars 3, también busca una nominación a la estatuilla dorada.
“Es ahí donde se siente loquísimo, porque es un estudio de animación grandísimo, ellos hacían las películas que veía de niño y lo que me inspiró a estar y a trabajar en la animación”, concluyó el mexicano.
CLAVES
DE REGRESO A CDMX
El animador volverá a Ciudad de México, ya que In a Hearbeat puede proyectarse en el Museo Memoria y Tolerancia.
“Aún no se ha concretado, pero sería parte de una exposición temporal. Aún estamos en los acuerdos”, dijo.
El corto tiene una duración de cuatro minutos y fue producido por Ringling College of Art and Design.
