En sus casi 50 años de carrera, David Bowie ofreció al mundo más de 10 producciones musicales que marcaron una época en la historia de la música.
Su fascinación por crear lo mantuvo vigente hasta la actualidad con el disco 'Blackstar', álbum que estrenó en su cumpleaños 69, tres días antes de morir.
Estos son algunos de sus discos:
'The Man Who Sold the World' (1970)
Tras 'Space Oddity' (1967), que contenía la mítica canción homónima en la que 'La Tierra llamaba al mayor Tom' y que estrenó su relación con Tony Visconti como productor, Bowie uso un vestido para la promoción de este álbum. Está considerado como el origen del glam-rock.
'Hunky Dory' (1971)
Aunque solo fue por la excelente 'Life on Mars?', habría que reivindicar este disco que engrandecía a Andy Warhol, Bob Dylan y Lou Reed y que el propio Bowie aseguró que fue uno de los más importantes de su carrera. "Voy a ser enorme", pronosticó el músico en una entrevista de la época.
'The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars' (1972)
Es el trabajo que lo convirtió en una estrella global y mostró su identidad musical y escenográfica, con toques de ciencia ficción, que le permitió divagar sobre política, el consumo de drogas y la exploración sexual.
'Aladdin Sane' (1973)
Su mirada se posa en EU y el fruto de su gira por aquel país como Ziggy Stardust desemboca en las canciones de este disco, el primero concebido como una gran estrella y su primer número uno en ventas en Reino Unido. Basta decir que es el álbum de la icónica portada del rayo cruzándole el rostro.
'Station to Station' (1976)
En este álbum Bowie estaba entonces sumido en una debacle mental por su adicción a los estupefacientes. Bajo sus efectos creó el 'Duque blanco' y marcó la transición del soul al robótico influjo de la banda aleman de Kraftwerk.
Trilogía de Berlín ('Low' (1977), 'Heroes' (1977) y Lodger (1979))
De su colaboración con Brian Eno como compositor surgieron estos tres álbumes compuestos y en parte grabados en la zona oeste de Berlín. Estos son los tres discos más influyentes, sobre todo para el new wave, el post-punk y la música industrial.
'Let's Dance' (1983)
"Quiero un hit", dijo Bowie cuando contrató a Nile Rodgers como productor. Dicho y hecho. Como ya había sucedido con el álbum 'Scary Monsters (And Super Creeps)' (1980), abandonó el carácter experimental de la trilogía alemana por un estilo más abierto, desenfadado y bailable. Este fue su álbum más vendid en el mundo, con con 7 millones de copias.
'The next day' (2013)
Las no tan acertadas décadas (creativamente hablando) de los 80 y 90 culminaron con el excelente 'Reality' (2003), pero Bowie dejó pasar 10 años antes de sorprender de la noche a la mañana con este disco que estuvo nominado a los Mercury Prize, premio otorgado por el Reino Unido. Sin ser especialmente innovador este disco ofrecía sólidas composiciones sobre la edad y el amor.