Los años que Giselle González lleva trabajando detrás de cámara ha podido comprobar que las telenovelas son una fuerte influencia para las mujeres que las siguen, por eso aprovechó su poder de productora para elegir proyectos que incluyan protagonistas femeninas que se conviertan en ejemplo a seguir para las televidentes.
“Las telenovelas durante mucho tiempo han manipulado a muchas mujeres para salir adelante, superarse y crear historias de éxito, pero debemos contarle cosas reales”, dijo la productora al hacer un receso durante la grabación de las últimas escenas de La Candidata, el melodrama que produce y que hoy tendrá su desenlace.
“Yo vengo de una clase social baja, estudié en escuelas públicas y traté de superarme. Lo puedes hacer, pero no mágicamente. Vengo de un matriarcado muy fuerte; desde la época de la Revolución, mi bisabuela fue despojada de todo lo que tenía y salió adelante con seis hijos, una mano adelante y otra atrás. Cuando traes historias tan fuertes sobre ti, quedan dos caminos: echarte a llorar o superar lo que tienes”, agregó.
Teniendo como ejemplos a sus abuelas y a su madre, Giselle se enorgullece de trabajar en lo que le apasiona y al mismo tiempo poder dar un mensaje de superación para quienes están del otro lado del televisor, como lo intentó con La Candidata, telenovela protagonizada por Silvia Navarro que llegará a su final hoy, y muestra a una mujer empoderada en temas políticos.
“Lamentablemente vivimos en una sociedad machista, sí, somos objetos y no es verdad que tengamos igualdad, las cosas nos cuestan el doble, quizá por eso y por mi historia, tener la oportunidad de estar en este medio y contar historias que están dirigidas a mujeres, lo he visto como una manera de poder transmitir estos mensajes.
“Me gusta ver cómo una mujer sale adelante. No nos regalan nada, al contrario, nos ponen piedras”, dijo González.
Además de enaltecer a la mujer, La Candidata tocó por primera vez el tema de la política en las telenovelas de Televisa, reto que la productora agradece y espera siga siendo la línea editorial que mueva a la empresa de la que forma parte.
“Tuvimos la oportunidad de contar una historia diferente para la empresa, porque estos temas se han tocado, pero en Televisa no, para mí abrió muchísimas puertas y ojalá que se pueda continuar por esta línea, que se sigan aprendiendo porque el entretenimiento no está peleado con la calidad y el público también merece que se cuenten otras historias.
“La gran mayoría de las personas tienen acceso a internet y merece que nos esforcemos más para contar historias más interesantes. Conté con el apoyo de la empresa, sobre todo del señor Bastón (José), que pidió que nos arriesgáramos. Cuando me dijeron que iba con este proyecto me dieron apertura, sin salir de la línea de la telenovela”, finalizó González.
UNA PROPUESTA PARA MODERNIZAR LA TELEVISIÓN
La productora buscó que el melodrama se convirtiera en una voz de denuncia contra la política actual para los ciudadanos.
“Lo que quisimos manejar fue mostrar sucesos que acontecen en el mundo; en lo referente a nuestro país, fue tener una voz de denuncia, estamos pasando por corrupción, negocios de trata, droga, gobierno corrupto y hay que poner un alto. Ya basta de tanta impunidad”, señaló.
Giselle considera que el formato de telenovela tiene cabida en la nueva era televisiva siempre y cuando se modernice.
“La telenovela puede prevalecer si tiene una manufactura digna, que las historias que se cuenten sean realistas, las adaptaciones adecuadas al contexto; no podemos contar historias de la misma manera que se contaron hace 50 años, porque la sociedad cambió, el ama de casa no es la misma de antes, ahora sufrimos por otro tipo de cosas”, dijo.