La película The Revenant de Alejandro González iñárritu se estrenó ayer en México; sin embargo, antes de que el resultado se vea reflejado en las taquillas, la piratería se adelantó y la puso al alcance del espectador dos meses antes.
"Es la que ya se ve clarita, la tenemos desde hace casi dos meses", aseguró un vendedor ambulante, que ofrece una copia por 10 pesos y presume con orgullo que a la película le ha ido bien en ventas, que a la gente le ha interesado.
En otro puesto de películas piratas, cerca de Metro Juárez, El renacido ocupa los mostradores principales y es vendida con gran publicidad, pues se exaltan sus 12 nominaciones al Oscar y se incluye en paquetes promocionales:
"Si compras 10 te regalamos una", explica la encargada del negocio mientras señala una pancarta donde anuncia que su local cuenta con todas las cintas que consiguieron nominaciones al premio de la Academia.
La mujer explica que en temporada de premiaciones les va bien en ventas, pues aumenta el interés de la gente por ver las películas que se consideran las mejores del año.
"Me parece que la fotografía es lo más relevante. Lubezki hace un gran trabajo nuevamente, aunque la historia tiene pasajes extraños que no me quedan muy claros. Me sorprendió la calidad de la película, está grabada de la original y la versión en inglés se escucha muy bien", opinó Héctor Aguilar, quien pudo ver el largometraje hace una semana.
Es así como títulos como Mad Max, que estrenó el 14 de mayo, y The Martian y Bridge of Espies, que se estrenó en la cartelera en octubre, dejan de ser cintas viejas y vuelven a tener un sitio destacado en los puestos de piratería, compartiendo lugar con Room, Brooklyn y demás cintas nominadas que incluso no se han estrenado aún en cines mexicanos.
En las salas de cine todavía no es visible la suerte de la cinta que fotografió Emmanuel Lubezki y protagoniza Leonardo DiCaprio, pues en su día de estreno las actividades en diversos complejos transcurrieron sin contratiempos; Cinemex de Reforma 222 otorgó tres salas para su proyección, mientras que en Cinépolis Diana se ofrecieron menos de cinco funciones en el día.
"He intentado no escuchar mucho los comentarios de mis amigos que ya la vieron en pirata. A veces los mexicanos nos quejamos de la calidad de las películas nacionales, pero no apoyamos a la industria.
"Por supuesto que tengo claro que The Revenant no se hizo aquí y que el mérito no es para el país, pero al menos quiero pensar que apoyé a un compatriota al comprar una entrada al cine para ver su película, después ya sabré si valió la pena", declaró Gregorio García, quien cambió sus dos horas de comida en un restaurante por una cubeta de palomitas para ver la cinta.
