En la pasada emisión de Hotel Transilvania nos quedamos con que Drácula había terminado por sentar cabeza y se había enamorado de la juventud encarnada en su hija coscolina. En efecto, el viejo conde tuvo una niña que, llegada la edad de la punzada, trajo a vivir al Hotel de su papá a un muchachito granoso, bobo y de buen corazón. En la segunda parte, resulta evidente, la familia Drácula trae al mundo a un integrante más.
Adam Sandler estelariza la película en al menos dos sentidos: es la voz del conde y además es el guionista. No debería resultarnos demasiado extraño. Hay que recordar que Sandler inició su carrera escribiendo y actuando viñetas cómicas e irreverentes en el afamado programa Saturday Night Live. La otra estrella de Hotel Transilvania 2 es Selena Gómez; una latina sensual que hace la voz de la joven hija del conde Drácula.
No es gran cosa si uno lo piensa: ambos son inmortales, ser abuelo o ser hijo carece de gran importancia. En cuanto a la animación, el director Genndy Tartakovsky ha traído de la extinta Unión Soviética una tradición monumental puesta al servicio, quién lo dijera, de lo más comercial de Hollywood. Tartakovsky consiguió las credenciales para dirigir su primer blockbuster en el mundo de la televisión: Hotel Transilvania fue su primer largometraje. Antes había dirigido capítulos de la serie Dos perros tontos y a partir de 1996 El laboratorio de Dexter. Ambas animaciones han crecido a una generación de niños que gozan con caricaturas que no siguen el estilo moralizante padecido por gran parte del cine de dibujitos. Justo por eso extraña que en esta película Tartakovsky, con todo y Sandler de guionista, haya terminado por ser tan correcto políticamente.
Los personajes de Dos perros tontos y El laboratorio de Dexter eran amables en sus pequeñas irreverencias y es eso, la irreverencia, lo que falta en este hotel. No basta la creación de un mundo en el que Drácula y Frankenstein son gentiles, para este tipo de cosas hace falta un poco más de esa malicia que tienen autores como Tim Burton.
Tartakovsky trabajó ya con George Lucas en La Guerra de los clones. Luego de eso fue escogido para dar vida a esta franquicia del Hotel Transilvania. Muchos odiaron la primera versión de la película. Yo no, aunque entiendo las razones de los detractores de una comedia familiar extrapolada en monstruos amables. No hay nada aquí que no hayamos visto antes en los geniales Locos Adams o, mejor aún, en La Familia Monster.
¿Por qué amamos a esta clase de locos? Tal vez porque en el fondo identificamos a nuestras familias con ellos. Todos tenemos a un tío que se parece a Frankenstein y en la adolescencia (cuando llega la edad de la punzada) todos hemos visto en el padre que quiere imponer disciplina a una suerte de conde Drácula. Al menos así sucede en una familia "normal" y es exactamente eso lo que sobra en Hotel Transilvania: normalidad. Hotel Transilvania 2 es exactamente lo que uno espera: entretenimiento ligero y edificante. Algo que vale la pena ver, con reservas, en esta función dominical.
Hotel Transilvania 2. Dirección: Genndy Tartakovsky. Guión: Adam Sandler y Robert Smigel. Con las voces de A. Sandler, Andy Samberg, Selena Gómez, Steve Buscemi. Estados Unidos, 2015.