Santa Fe Klan, quien toma parte de su nombre artístico de su lugar de origen, no tiene problema con contar sus humildes orígenes, como lo hizo recientemente en una íntima entrevista con el Escorpión Dorado.
"Todo me lo he ganado yo", asegura. "Es como unas por otras", dice sobre su gran éxito en la música.
Según cuenta, no tenían para los tenis, la escuela ni tampoco para comer en algunas ocasiones; asimismo, asegura que hubo veces en las que tenían que empeñar sus televisiones.
Una vez, recuerda el rapero, su madre empeñó su consola de videojuegos PlayStation; sin embargo, se la regresaron sin juego y sin control una vez que lograron recuperarlo.
"Teníamos una vida, la neta, bien amorfa como bien baja".
Según recuerda Santa Fe Klan, su padre solía recoger fierro viejo para venderlo; "era una vida que no teníamos ni uno (billete) de 500 (pesos)... uno de 500 era muchísimo, neta".
"A lo mejor, es lo que le dije a mi ma, por algo, Dios me puso en tu panza, en tu familia porque yo puedo y yo sé hacer música... y Dios nos iba a sacar adelante... gracias por traerme al mundo".
En ese sentido, Ángel asegura que su familia es "bien, de valores", además de que le "enseñaron cómo ser lo que sea", aunque esto signifique ser pobre.
"De tener hambre, y una vez me dormí sin comer y dije 'chale'... nomás teníamos un pepino, y nos comimos un pepino entre mi carnal y yo, yo como que lloraba y estaba morrillo, y en la mañana, no había nada pa' desayunar ni pa' llevarme a la escuela".
En ese sentido, Santa Fe asegura que, cuando era niño, solía pedirles un peso a sus compañeros, ya que no les pesaba y de esa forma lograba tener un poco de dinero; "a veces, me daban hasta cinco".
Ahora, asegura, hay muchas personas en el barrio de Santa Fe, Guanajuato, a quienes les falta, por lo que lo ha tomado como una manera de retribuirles la ayuda.
"De una u otra manera, les trato de ayudar... tengo ahí mis estudios y barberías y les doy trabajo; tengo como 300 personas que trabajan pa' mí".
caov