Trabajar bajo la dirección de Quentin Tarantino requirió de algo más que buena actuación por parte de Demian Bichir, y es que el mexicano enfrenta el frío invierno de las montañas de Colorado, Estados Unidos. “Antes de venir al festival (Internacional de Cine en Guadalajara, FICG) estaba en medio de la nieve, en pleno rodaje de The Hateful Eight, a unos 20 grados bajo cero. Fue un proceso que pensé que no iba a aguantar porque soy como un pez del trópico, pero lo estoy logrando”, dijo Bichir.
La historia, dirigida por Quentin Tarantino, habla de la posguerra civil de EU. “Es algo complicado de explicar, sucede después de este movimiento, por eso tengo este look y estos pelos: no soy un personaje latino”.
Bichir arribó al FICG, donde presentó la cinta Muerte en Buenos Aires, en la cual da vida a un agente policiaco que busca esclarecer la muerte de hombres homosexuales; para esta historia dijo que perdió la virginidad.
“Rodamos la película en todos los rincones de Buenos Aires, y así conocí la región, lo interesante es que para esta película perdí mi virginidad en tres planos con Ricardo, Chino, Darín”, explicó.
Bichir tuvo una escena en la que besó en la boca a él y al hijo de Darín. “El Chino lo hizo más sencillo”, bromeó Demian.
Muerte en Buenos Aires llegó a sus manos por correo electrónico, cuando Natalia Meta le envió la invitación para su ópera prima.
“Tengo la costumbre de leer todo lo que me mandan y aquí algo pasó. Ella me escribió que su correo no tenía sentido, pero que quería probar, le agradecí pensar en mí, nunca había trabajado con una mujer directora, tenía curiosidad y comprobé que más mujeres tienen más clara la vida que nosotros los hombres”, dijo.