La noche de este domingo transcurrió tranquila así como el ingreso de los asistentes al concierto. Desde las 20:00 horas comenzaron a llegar de manera frecuente parejas y familias, esquivando a una decena de revendedores que no tenían mucho éxito.
La mayoría de los asistentes eran adultos y adultos mayores, estos últimos fueron ayudados siempre amablemente por el personal de seguridad.
A las 21:15 horas las luces se apagaron por completo, en el silencio comenzaron coros diciendo "aire, aire", pero no se trataba de una petición al cantante sino al recinto quien de inmediato se percató y encendió el aire acondicionado. Poco a poco se abrió la cortina que cubría el escenario y la música comenzó con fragmentos de canciones interpretadas por la banda y coro de Roberto Carlos a manera de presentación para ser recibido enseguida en una lluvia de aplausos. "Señoras y señores con ustedes Roberto Carlos" dijo una voz y el cantante, que vistió traje azul con camisa blanca se acercó al frente, delante del piano blanco. "Quiero decirles algo" proclamó para comenzar con la letra de"Emociones". Además de su orquesta y el piano de cola, destacó un juego de luces que daba elegancia gracias al diseño de iluminación y fue un marco ideal para esa combinación de jazz y ritmos latinos que proliferan en sus temas.
"Buenas noches, qué placer, qué gusto estar en Guadalajara, que tantas canciones inspira, gracias por tantas cosas lindas que me han dado, desde hace tanto tiempo. Cada vez que nos encontramos tengo ganas de hablar, de preguntar cosas como "¿Qué será de ti?" dijo antes de interpretar dicho tema. No sin antes ser interrumpido por una lluvia de aplausos que le provocó una sonrisa. Roberto también bromeó de su edad y de los años de carrera. La gente estuvo coreando religiosamente cada canción, notando abrazos y besos entre parejas como sucedió con "El hombre que sabe querer".
Una constante fueron los celulares grabando los momentos, algunos registraban cada tema hasta que la batería se rendía. Roberto tomó en sus manos una guitarra acústica para demostrar su talento en "Detalles", donde la iluminación y el ambiente ayudaron a un momento sereno y relajante.
Luces azules y una actitud recia enmarcaron las letras de "Cama y mesa", en donde el solo de trompetas fue celebrado por los asistentes. Roberto incitaba a la gente a corear en algunos fragmentos de las canciones y cuando el coro era débil, no temía pedir cordialmente que aumentaran la energía. "Hice esta canción hace mucho tiempo, no puedo decir que ahora la canto con el mismo cariño, porque el cariño sigue creciendo con el tiempo, este tema que dedico a mi madre" platicó presentando "Lady Laura", con la cual algunas de las presentes derramaron una lágrima en el marco de una sonrisa. Enseguida las palmas sonaron al ritmo de "Mujer pequeña" provocando una pequeña fiesta en el recinto, con otro celebrado solo, esta vez por la guitarra acústica. "Me gustaría hacer todo el show parado pero tengo un poquito de dolor en mi rodilla", se disculpó antes de sentarse junto al micrófono. "A veces pienso si he hablado del amor tanto como podía, vi que faltaba hablar de sexo, porque yo no soy inocente, nunca lo he dicho, pero dije, ¿Cómo voy a hablar de sexo en estos temas? ¿Qué van a pensar de mi en el barrio? Una vez me preguntaron ¿Qué son las mejores cosas en la vida para mi? En segundo lugar de sexo, en primer lugar sexo con amor, claro, y en tercero... helado, de fresas o coco", bromeó antes de interpretar "Cóncavo y convexo", acompañado del maestro Eduardo Vargas al piano. Enseguida su banda hizo alarde de su talento por unos minutos mientras Roberto salió del escenario para refrescarse, oportunidad que muchos en el público tomaron para también salir y regresar con provisiones en bebida y alimentos para continuar la velada.
"Yo estuve en el Festival de San Remo hace muchos años, mi mamá me llevó. Canté una canción que no era la favorita pero gané y un año después regresé con otra muy favorita y, no gané pero me dio muchas alegrías porque tuvo mucho éxito en Latinoamérica, menos en Brasil porque no pude hacer una versión en portugués. La versión en español tampoco la entendí pero sabía que sería un éxito", dijo para presentar "El gato que está triste y azul" cuyo coro por el público estuvo a punto de opacar al propio Roberto. Platicó también de su disco "Primera Fila", grabado en el estudio Abby Road de Londres y comentó la emoción de grabar en ese emblemático lugar así como los nuevos arreglos que hizo a las canciones. "Esta canción la hice sobre un hombre que toda mujer querría tener, que todo hombre quisiera ser y uno que intentó ser" fue el preámbulo para "Ese tipo soy yo".
El romance continuó con "La distancia", "El día que me quieras", cover de Carlos Gardel en el cual mostró su respeto al músico. Antes de "Si el amor se va" presentó a su banda para dar paso enseguida a otro par de éxitos que han traspasado la barrera generacional como son "Amigo" y "Jesuscristo".
El show con más de 2 horas de duración concluyó de manera romántica y nostálgica con temas como "Amada amante", "Un millón de amigos" y "Solamente una vez".
GPE