Con el recuerdo de Diana de Gales muy presente, la princesa Charlotte, hija de los duques de Cambridge, fue bautizada en la capilla de Santa María Magdalena, en una íntima ceremonia que reunió a la reina Isabel II y un selecto grupo de amigos y familiares.
La pequeña, de apenas 9 semanas, llegó a la iglesia, donde también fue bautizada su fallecida abuela en 1961, en un cochecito de bebé clásico empujado por su madre, quien lucía un traje de color marfil de la firma Alexander McQueen y un sombrero a juego de Jane Taylor.
El carrito vintage fue usado antes para llevar a dos de los hijos de la reina Elizabeth II, quien optó para la ocasión por un abrigo y sombrero de color rosa, diseñados por Angela Kelly.
Para regocijo de los muchos curiosos, que esperaron su llegada frente a la capilla, esta fue la primera ocasión que los duques aparecieron en público junto a Charlotte y su hermano mayor, el príncipe George, nacido en 2013.
Los simpatizantes, provenientes de varias partes del mundo —incluso Australia y Estados Unidos— esperaban ver a la pareja y la bebé, cuarta en la sucesión al trono.
Siguiendo la tradición real, Charlotte recibió su primer sacramento con agua bendita del río Jordán, donde se dice que Jesús fue bautizado.
El gran ausente al servicio religioso, que duró 45 minutos, fue el príncipe Enrique, quien se encuentra en África para trabajar en proyectos medioambientales y humanitarios.
Tras el bautizo, el grupo de 21 invitados fue convidado a tomar el té en Sandringham House.
“Lady Di”, presente
Hubo guiños durante la ceremonia hacia Lady Di, quien de haber sobrevivido al accidente de coche sufrido en París en 1997, hubiese asistido al bautizo de su primera nieta.
Los duques de Cambridge eligieron como madrina de Charlotte a Laura Fellowes, prima de Guillermo e hija de la hermana mayor de Diana.
También tiene conexión con Diana el fotógrafo elegido para inmortalizar el bautizo de Charlotte Elizabeth Diana de Cambridge, el peruano Mario Testino, quien tuvo tomó su primera fotografía oficial de la reina Isabel II.
Testino, de 60 años, era el fotógrafo favorito de la madre de William y Harry, y ha fotografiado a numerosos miembros de la familia real.
Se espera que las instantáneas del evento celebrado ayer sean presentadas en sociedad la próxima semana.
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