Un iceberg es el claro ejemplo de la historia de los Sultanes de Monterrey. Afuera del agua está lo que la gente ve, abajo se encuentran los miles de kilómetros de hielo que sostienen a toda la estructura. Afuera del agua se encuentra a la vista de todos la magnífica celebración de 80 años de vida, abajo está todo lo que sostiene a esas ocho décadas.
El equipo Río Blanco fue dado de baja para la temporada 1939, ya que fue inferior a los otros equipos en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB). Hubo algunas ciudades y equipos interesados en ocupar ese sitio, pero fue la solicitud enviada desde Monterrey la que cumplió con todos los requisitos y tenía el perfil para incorporarse. La historia empezó ese año con el nombre de Carta Blanca y sigue 80 años después con el mote de Sultanes de Monterrey.
¿Qué ha sostenido este proyecto a lo largo de tanto tiempo? Lo mismo que permitió que la LMB llegara a Monterrey en 1939 y regresara para 1940: Empresarios interesados y apasionados. Una oficina con el poder económico para armar un roster no competitivo, sino contendiente. Darle las riendas a mánagers de calidad, acostumbrados a responder a exigencias altas y dar resultados. Estadios de nivel que sean la casa del equipo. Y una afición fiel y conocedora.
Con los nombres de Carta Blanca, Industriales y Sultanes (desde 1949), el equipo de Monterrey ha pasado por todo tipo de momentos, y ha sido la combinación de todos esos elementos lo que le permite celebrar 80 años de existencia, algo que ningún club actual puede presumir.
“Sería una injusticia seguir hablando de nuevo del campeón y excampeón y olvidarse de Monterrey, sus fans, sus dirigentes, su equipo, que como es bien sabido, este año por primera vez compitió en la Liga Mexicana”. Así comenzó su columna del 4 de octubre de 1939 ( justo después de que el Córdoba ganó el título de la LMB) Alejandro Aguilar Reyes, Fray Nano, quien dirigía el periódico La Afición y era uno de los periodistas más respetados y con mayor influencia de la época.
No se puede hacer una lista de los nombres más importantes que ha tenido el equipo representativo de Monterrey. Todos lo han sido. Desde los primeros directivos (Aurelio Ferrara, Jorge Sada Gómez y Miguel Margain) hasta los actuales (José Maiz y Guillermo González). Desde el mánager que los dirigió en 1939 (Guillermo Yamo Ornelas) hasta el de 2019 (Roberto Kelly). Desde las estrellas del primer año (Roosevelt Davis, Jimmy Direux, Ernesto García, Epitacio La Mala Torres, Manuel Arroyo) hasta las de hoy (Agustín Murillo, Ramiro Peña, Félix Pérez, Chris Roberson, Yadir Drake).
Y está la afición. Desde los fans que fueron al Parque Cuauhtémoc al primer juego en la historia el 20 de mayo de 1939, hasta los que estuvieron en el primer entrenamiento de 1940 (un año después de su debut) y los más de 200,000 que han ido esta temporada al Palacio Sultán.
Mini CV
Miguel Boada es periodista deportivo especializado en beisbol. Escribe para Séptima Entrada, La Afición en Notivox y es conductor en MultimediosTV. Ha cubierto importantes eventos como las Series Mundiales de la MLB, las finales de la LMB y el Super Bowl.
Han tenido muchas alegrías, como los 10 títulos o la gran cantidad de récords colectivos e individuales que se han plasmado en los libros. Pero no todo se mide a partir de los campeonatos, también están los momentos de crisis que le permitieron al equipo, a la oficina y a su afición conocer qué tan fuertes son.
Hubo épocas complicadas para el equipo y la LMB. Después de 1949 llegaron los momentos de sequía. Fueron 41 años en los que el club solo fue campeón una vez, en 1962. Se dio la tragedia de 1952, cuando el camión del equipo sufrió un accidente en el que fallecieron dos peloteros. En 2015 se tuvo la peor marca en la historia de la franquicia con un 51-62, terminando a 22.5 juegos del líder.
Pero las bases del equipo lo han mantenido en pie: Héctor Espino y 264 jonrones con los Sultanes, las 232 victorias de Arturo González, los cuatro títulos de Lázaro Salazar como mánager y como jugador, el trabajo de Anuar Canavati o Pepe Maiz, la mágica voz y crónica de José Isabel Jiménez Chabelo y hasta el Perro Sultán.
La construcción del Palacio Sultán, que abrió al público en 1990, y su posterior remodelación, marcaron una época en el deporte mexicano y de Latinoamérica. Tener la visita de equipos de Grandes Ligas a partir de 1941 también fue un claro mensaje del tamaño que tiene este equipo.
Todo cuenta, ha sumado y ha servido para levantar el iceberg de 80 años que tiene bajo el agua los sacrificios, la persistencia, los buenos hábitos, el trabajo duro, la dedicación y el conocimiento.
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