Desde los cuatro años de edad, Pamela Gamboa Becerra conoció lo que es nadar y desde entonces se enamoró, hoy en día además de su amor por nadar, emprendió desde hace años una tienda de artesanías muy completa, también da clases de pintura y espera algún día poder nadar en los siete mares.
Su madre fue la principal cómplice para que se adentrará en el mundo de la natación, cuando cursaba sus estudios universitarios hizo una pausa en las competencias.
Ya graduada como abogada regresó a las aguas, pero ahora con una ambición más extrema, el ser nadadora de mar abierto, lo cual la cautivó y ahora lo realiza con impresionantes resultados y metas.
“Hace cinco años inicié a hacer pruebas en aguas abiertas para conocer y aventurarme y me encantó, a partir de ahí me enfoqué más en nado a distancia y en maratón en aguas abiertas”.
Gran reto
Hace unos días realizó su prueba más exigente, que fueron 35 kilómetros a mar abierto en La Paz, Baja California Sur, además de haber participado en el evento internacional denominado “Ocean Man” en el 2019.
“Por lo regular son pruebas muy personales, son muy inciertas, cada mar es diferente, nada es igual nunca, son retos personales, cuando estás en el mar te enfrentas a muchas cosas, nunca sabes si te vas a topar a algún animal peligroso, lejos de tener miedo he tenido contacto con varios animales y he tenido condiciones adversas como marea alta, contra corrientes, entre otras cosas”.
35 kilómetros intensos
Además de los retos que implica nadar a mar abierto, Pamela ha tenido que buscar espacios y entrenamientos que ella misma aplica, ya que no hay quien le oriente en la comunidad en este tipo de nado.
“Aquí todos entrenan a nadadores de velocidad, ese ha sido un obstáculo, pero a pesar de eso he alcanzado mis metas, la última fueron 10 horas con 26 minutos de nado a mar abierto”.
En los recorridos no nada sola, siempre la acompañan al menos dos o tres personas en kayak, quienes le otorgan hidratación y van al pendiente que no tenga algún problema en el trayecto.
Me gustaría iniciar como coach
“Hay pruebas cortas como de 10 kilómetros, me gustaría un día comenzar a entrenar gente que se interese en distancias largas, yo me aboqué a investigar, ya que se requiere de un trabajo muy intenso: los entrenamientos siempre pueden ser en una alberca, pero el 90 por ciento depende de las condiciones de la naturaleza”.
Hermosos encuentros
“Me ha tocado nadar cerca de delfines, ballenas, mantarrayas, medusas y muchos peces de colores, estoy conciente que siempre puedo no terminar la prueba por mi seguridad, a veces ni tú decides si sigues o no, conozco casos en que hay tiburones y se acaba la prueba”.
“Ahora, en la Paz pasamos por un arrecife y me tocó ver muchos peces de colores y estrellas de mar, es sufrido pero a la vez lo disfrutas”.
Desea los “Siete Mares”
“Hay un reto que se llama ‘7 Mares’, es muy intenso ya que son pruebas con mares muy fríos, distancias muy largas, pero creo que la prueba más próxima sería atravesar el Canal de la Mancha”.
Gente que la inspira
Como muchas personas, siempre hay una figura o ídolo que los motiva e inspira a conseguir sus metas, para Pamela una persona muy especial es sin duda Jaime Lomelí. “Desde que lo conocí siempre me motivó a seguir, es un excelente nadador, para mí es el mejor de México, tiene toda la experiencia en el mar, él es mi top a seguir”.
Pero eso no es todo en la vida de Pamela, desde hace seis años encontró en su tienda de artesanías su “modus vivendi”. “Pienso que la gente viene a la tienda porque encuentran una combinación de toda la artesanía de todos los estados del país, no hay un lugar que no concentre todo lo de México”.
“Las tazas es el souvenir que más se mueve, ya que es para toda ocasión; Chiapas es mi estado favorito en artesanías”, finalizó.
EGO