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¿Igual que Bellingham? La curiosa historia de la expulsión más rápida del futbol: "No estaba insultando al árbitro"

En una liga en Inglaterra un futbolista fue expulsado en el inicio del partido por decir una grosería; el referí no lo pensó dos veces y le enseñó la roja

En un partido de la liga amateur de Cross Farm, una localidad al norte de Inglaterra, un jugador gritó "fuck me, that was loud" ('joder, eso ha sido fuerte'), después de que el árbitro pitara su silbato para dar comienzo al partido. El colegiado le enseñó una roja directa por lenguaje inapropiado y esa es la expulsión más rápida en la historia del futbol.

La acción se produjo a los dos segundos del partido entre el Cross Farm y el Taunton East Reach Wanderers, y el protagonista fue Lee Todd, el hombre que atesora el récord.

"No estaba insultando al árbitro ni a nadie. Solo dije algo para mí mismo. Casi me arranca la oreja. El futbol es un deporte de hombres y los jugadores insultan todo el tiempo", aseguró Todd en declaraciones recogidas por el diario británico "The Times" esa tarde de octubre del 2000.

Árbitros mostrando las tarjetas amarillas y rojas (Reuters)
Árbitros mostrando las tarjetas amarillas y rojas (Reuters)

"Los jugadores deberían ser expulsados por insultar al árbitro o a otros jugadores, pero los árbitros deberían usar su sentido común también", añadió Mark Head, entrenador del equipo.

Todd recibió una multa de 27 libras y fue suspendido por 35 días, aunque tuvo el consuelo de que su equipo, pese a su expulsión, ganó el partido por 11-2.

La historia vuelve a ganar protagonismo después de que Jude Bellingham fuera expulsado este sábado en El Sadar por decir "fuck off", una expresión cuyo significado varía con el contexto. Dirigida a una persona es una forma agresiva de decir "vete", algo que se puede traducir como "vete a la mierda", mientras que dirigida al aire sería algo así como "a la mierda".

En la Premier League es difícil encontrar casos de jugadores expulsados por decir esta frase a un colegiado o cerca de él, ya que es una expresión bastante común. El propio Cristiano Ronaldo, en una entrevista hace años con El Chiringuito, ya admitió que es habitual en Inglaterra y que no se suele sancionar, pero que en España los árbitros son muchos más estrictos.

Quizás el caso más reciente relacionado con esta expresión sea el rifirrafe entre Cristian Romero y Jamie Vardy en el Leicester-Tottenham del pasado agosto, en el que el delantero le espetó un "fuck off" al argentino. No hubo sanción.

Jude Bellingham explicó que nunca ofendió al árbitro José Luis Munuera, aunque en el acta del partido Osasuna vs Real Madrid dice lo contrario
Bellingham dice que no ofendió a árbitro en Osasuna vs Real Madrid (EFE)

Según el código disciplinario de la federación inglesa (FA, por sus siglas en inglés), un jugador que utilice lenguaje inapropiado puede exponerse a ser expulsado, a ser sancionado para futuros partidos y a multas económicas, además de tener que asistir a cursos educativos si el organismo futbolístico así lo determinara.

Esta misma semana, el árbitro Michael Oliver expulsó a Arne Slot, técnico del Liverpool por lo que la FA calificó como "utilizar lenguaje abusivo y/o comportamiento abusivo", tras el final del encuentro entre Everton y Liverpool.

No ha trascendido lo que dijo exactamente el entrenador holandés, que tiene hasta el miércoles que viene para dar explicaciones y podría enfrentarse a una sanción de varios partidos si se determinara su culpa.


RGS

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