El empate del Barcelona en casa del Alavés dentro de la Liga de España, caló como una derrota entre los pesos pesado del conjunto blaugrana. No es para menos, considerando que la igualada dejó al equipo de Ronald Koeman en la posición número 12 con apenas 8 puntos cosechados.
Gerard Piqué, uno de los capitanes del equipo, fue captado en pleno partido y después en el túnel de vestuarios en tremenda sesión de reclamos con el árbitro del duelo celebrado en el Estadio de Mendizorroza. El central alegaba un posible penalti tras un empujón en el área sobre Frenkie de Jong: “Lo empuja clarísimo”, se escucha claramente.
Pero todo no quedó ahí, el seleccionado español siguió al juez al término del encuentro y fuera del campo le siguió cuestionando su accionar, a lo que el árbitro también perdió los estribos y le respondió: "¿Por qué gritas? Acabas siempre gritando. Me parece esto un show, no una conversación normal, me parece un show y a mí los shows no me gustan”.
Piqué no se quedó atrás y volvió a la carga con un contundente: "Cuando hablas de interpretación, interpretas siempre lo que quieres”.
LA MIRADA FURIOSA DE MESSI
En un gesto que bien puso haberse considerado como una agresión, Lionel Messi se llevó una tarjeta amarilla en el duelo ante el Alavés, después de patear un balón con fuerza justo cuando el árbitro pasaba frente a él.
Las cámaras de TV también captaron como el argentino siguió al réferi y con una mirada de pocos amigos le reclamaba si actuación en el encuentro.