El argentino Diego Armando Maradona, técnico de Dorados del Ascenso MX, asistió a una cena para recaudar fondos para los damnificados afectados por el huracán Willa en Sinaloa.
"Gracias por apoyar esta causa. Creo que esto no pasa sólo en México sino en muchas parte del mundo que la naturaleza provoca una nueva pasada, con el viento, con el agua, con el tsunami, lo importante es que tengamos la humanidad de ayudar a esa gente que no tiene nada", dijo Maradona al dedicar unas palabras en el acto.
El club de futbol junto y el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) fueron los encargados de organizar el evento llamado "Cena con causa con Diego Maradona" en el restaurante Norte 33 de Culiacán.
"Nosotros (futbolistas) tenemos demasiado. Yo llego a mi casa y me preguntó: ¿por qué tengo tanto y los chicos no tienen nada? Nuestro compromiso deportivo y futbolístico en Sinaloa no nos hace mirar solamente la pelota sino a ayudar a la gente que perdió muchas cosas con el huracán", añadió.
En el acto altruista, en el que se ofreció una cena de tres tiempos y música en vivo de un trío, Maradona convivió con 50 aficionados, quienes recibieron un balón con el autógrafo del '10'.
Para estar al lado de Maradona y con ello ayudar a los damnificados, los afortunados pagaron tres mil 500 pesos mexicanos.
???????????? ¡Diego Armando Maradona y #Dorados unidos por un #SinaloaDiferente! pic.twitter.com/P1kIXPCYN0
— #HazlaDeDiez (@Dorados) November 6, 2018
Al término de la cena se llevó a cabo una subasta de artículos deportivos para aumentar la cantidad de fondos recaudados, entre ellos estuvo la camiseta del defensa del Barcelona Gerard Piqué y una réplica del trofeo de la Copa del Mundo.
El astro argentino llegó al evento acompañado de su novia, Rocío Oliva.
La llegada de Maradona a Dorados de Sinaloa representó un golpe anímico para el equipo que ha ganado 18 de los últimos 21 puntos disputados, por lo que se ubica séptimo y con su boleto a la liguilla del Ascenso MX.
Hace dos semanas, el huracán Willa, que se formó en aguas del Pacífico mexicano, llegó a categoría 5 pero impactó Sinaloa como categoría 3 y aunque no cobró vidas humanas provocó cuantiosos daños materiales, derribó árboles y postes de luz y dejó comunidades incomunicadas.