Ciudad de México /
En el duelo disputado en el Madrigal entre el Villarreal y Barcelona, el defensa lateral del conjunto blaugrana, Dani Alves, se disponía a cobrar un tiro de esquina cuando de la grada le llegó un plátano; lejos de inmutarse el jugador tomó la fruta y se la comió para acto seguido cobrar el corner.
En más de una ocasión el club y el propio jugador se han quejado de los múltiples actos racistas que ha recibido a lo largo de su estancia en el futbol español.