Las matemáticas eran contundentes. 14 efectivos de seguridad para cuidar a los jugadores de Chivas, contra 500 aficionados que se morían de ganas de ver, de tocar a los jugadores tapatíos. El resultado fue el esperado, tumultos, empujones, corridas, peleas menores, y los jugadores entre la espada y la pared.
Nueve integrantes de la seguridad privada del aeropuerto, más cinco efectivos de Chivas, pero fue insuficiente.
El primer jugador en cruzar el umbral de las llegadas nacionales de la T2 fue Isaac Brizuela, detrás de él Jesús Enrique Sánchez y el resto de la delegación. Al menos en el desorden, hubo aventones para todos. Mientras un centenar se fue con el Cone, otro tanto quería la foto con Toño Rodríguez, con Michael Pérez, pero no todos contaron con esa fortuna.
Los más buscados eran Carlos Alberto Peña, el Gullit pese a que no vive su mejor momento sigue siendo un imán con los aficionados, al igual que la Chofis López, Orbelín Pineda. El que fue más ovacionado fue Alan Pulido Izaguirre, quién es de los pocos debutantes en un Clásico Nacional de Liga, ya que el que jugó fue de Copa MX.
La gente jugó su papel, ellos hicieron su esfuerzo por estar cerca de los jugadores, lamentablemente no hubo orden y la policía fue superada con facilidad por los centenares de aficionados. Al final, no acabó en tragedia, pero sí estuvo peligroso y caótico. Mala planeación lo sucedido en el aeropuerto de la Ciudad de México.
América recibirá a Chivas en el Estadio Azteca en el juego de ida que dará comienzo el jueves 24 de noviembre a las 21:30 horas.
Se descontroló en el aeropuerto por la llegada de #Chivas pic.twitter.com/WXgFLiIWLO
— Jesús Hernández (@jhernandez83) 23 de noviembre de 2016
Un caos total en la llegada del equipo. Sólo nueve policías para 500 personas #Chivas pic.twitter.com/Vm8fb4acga
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