No es algo que practique en los entrenamientos y menos algo que realice durante la temporada, pero las veces que le ha tocado pararse en la caja de bateo en un juego, ha tenido buenos resultados. Al ser el abridor del Juego 3 del Clásico de Otoño, Rick Porcello no solo va a tener que subirse a la loma, sino que tendrá que ponerse un casco, guanteletas y un bat para acercarse al home plate.
Esta campaña tuvo siete presentaciones en el plato, en las cuales conectó tres imparables, dos de ellos fueron dobletes, frente a Washington y Filadelfia, aunque para él no tienen un significado especial.
“No necesariamente lo considero como una muestra de poder ofensivo. Lo dije durante el año, fueron hits de suerte, pero no sabemos, en una de esas tengo suerte y cae algún hit en este juego”, explicó Porcello.
Rick aparece como noveno en el orden al bat de los Medias Rojas, sitio en el que no necesariamente va a tener que buscar un imparable, sino que su labor se puede enfocar en ayudar a su equipo moviendo al o a los corredores que pudieran estar en base.
“Honestamente preferiría que los tres o cuatro turnos al bat que tenga sean para tocar de sacrificio, porque eso significaría que tendríamos a corredores en base y que yo sigo lanzando, y eso sería bueno para nosotros”, dijo el abridor.
En su carrera, el derecho tiene 39 turnos al bat en los que ha pegado ocho hits, con cinco carreras producidas y una anotada.
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