Los Ángeles Chargers son una de las franquicias que no han conseguido ningún Super Bowl en su historia. No obstante, el equipo ha protagonizado partidos que trascendieron a la historia de la NFL. Tal es el caso del Epic in Miami, duelo ante Miami Dolphins en Ronda Divisional de 1981.
El Orange Bowl fue el recinto donde Chargers y Dolphins se disputaban un boleto por la Final de Conferencia. El equipo entonces ubicado en San Diego venía de ganar la AFC Oeste con un récord de 10-6. Mientras que Miami hizo lo propio en el Este con un marcador de 11-4-1.
El reloj marcó las cinco de la tarde y, con un clima de 31 grados, el encuentro inició. San Diego inició con un gol de campo de 32 yardas de Rolf Benirschke. Después obligaron a Miami a despejar en su posesión y Chandler corrió 56 yardas para aumentar la ventaja a 10-0.
San Diego terminó el primer cuarto con un resultado de 24-0, gracias a un touchdown de Chuck Muncie y otro de James Brooks. Para el segundo cuarto Don Shula metió a Don Strock en la ofensiva de Dolphins para evitar más capturas y balones sueltos. Esto ayudó a darle más dinamismo a Miami, ya que los acarreó para conseguir sus primeros puntos con un gol de campo de Uwe von Schamann.
Strock siguió on fire y dio un pase a Joe Rose para poner el marcador 24-10. Gracias a un gol de campo fallido de Chargers, los Dolphins recuperaban las esperanzas con un touchdown de 29 yardas.
El medio tiempo representó un aire de frescura para los Dolphins, a pesar del caluroso clima de Florida. De nueva cuenta, Strock comandó a su equipo por 74 yardas. Dio un pase a Rose y el juego se empató. Minutos más tarde Kellen Winslow puso en ventaja a San Diego, pero el gusto les duró poco, ya que Bruce Hardy igualó marcadores 31-31.
Los últimos minutos del tercer cuarto representaron un martirio para Chargers, debido a que Charlie Joiner se resbaló y otorgó que Blackwood recuperara el balón. Al inicial los últimos 15 minutos, Miami se puso en ventaja por primera vez en el encuentro. Dolphins intentó aguardar el resultado, pero Pete Shaw recuperó el balón.
Con un poco más de un minuto, Fouts lanzó un pase ciego tras la presión de la defensa, El ovoide pasó por la cabeza de Winslow, pero llegó a los brazos de Brooks para igualar el marcador. Dolphins reaccionó de inmediato y llegó a la yarda 26 de Chargers. Von Schamann intentó un gol de campo de 43 yardas, pero Winslow desvió la patada con la yema de los dedos. El partido terminó 38-38.
Aquel partido representó todo un reto para los Chargers. Las altas temperaturas hicieron que los jugadores terminaran deshidratados. En especial Kellen Winslow.
San Diego inició la ofensiva en los tiempos extras, pero Benirschke falló un gol de campo de 27 yardas. Miami también intentó los tres puntos, pero Leroy Jones tapó otro disparo de Schamann. Finalmente, Fouts guió a los Chargers 74 yardas y consiguió una oportunidad de gol. Esta vez, el pateador de San Diego no falló y vencieron a Miami por 41-38, luego de 13 minutos de tiempo extra.
Aquella noche también es recordada por los múltiples récord que se rompieron. Ambos equipos establecieron la mayor cantidad de puntos anotados (79), más yardas totales (mil 36) y yardas aéreas (809). Tanto Fouts como Strock impusieron récords personales; pero quien se llevó la noche fue Winslow, puesto que registró 13 recepciones en 166 yardas, a pesar de las múltiples lesiones en el hombro, cortadas en el labio, calambres y deshidratación.
RGS
