Bajo un impresionante dispositivo de seguridad llegaron a Torreón la tarde de este miércoles los Gallos Blancos del Querétaro.
Los centenares de aficionados que esperaban al equipo para ver de cerca al astro brasileño Ronaldinho, se quedaron con las ganas de tan siquiera saludarlo.
En el aeropuerto local, en la sala de llegadas nacionales, estaban al menos 50 aficionados con banderas y camisetas de Brasil, unas cuantas del Barcelona y Gallos Blancos, esperando ver al carioca.
Sin embargo al ver que el camión oficial del equipo era introducido a los hangares del aeropuerto, todos esperaron afuera del aeropuerto por más de 40 minutos bajo el intenso sol y todo para nada, Dinho ni sus luces.[OBJECT]
El pequeño Óscar de 10 años de edad, un niño con parálisis cerebral, aguardaba a Ronaldinho con un zapato y con la ilusión de verlo, abrazarlo y tener su autógrafo, pero tampoco lo logró.
Al lugar arribaron elementos de la Policía Municipal, de Vialidad en autos y motocicletas y al menos dos patrullas de la Policía Federal de Caminos. Eso, sumado a la propia seguridad con la que llegó el Querétaro, hombres de seguridad privada que ya en el hotel contenían a los seguidores laguneros que querían ver a Dinho.
Llegando al hotel sede ubicado en la colonia el Fresno, los jugadores bajaron del camión casi corriendo, Dinho también.
La entrada al hotel estuvo prohibida para la mayoría de los medios de comunicación, excepto aquellos reporteros del DF de la televisora del Ajusco, la cual transmitirá la ida y la vuelta de la final.
Querétaro calló y desairó a los pocos seguidores con los que cuenta en la Región.