Uno de los sitios más emblemáticos tras el violento temblor del pasado 19 de septiembre de 2017 es el Colegio Enrique Rébsamen. Y, en virtud de que este nombre ha estado en boca y en oídos de mucha gente en días recientes, resulta oportuno preguntarse quién fue este hombre ilustre y por qué un colegio lleva su nombre.
Los libros señalan que Rébsamen —que también da nombre a una calle de la colonia Narvarte de la Ciudad de México— fue un importante educador y pedagogo, cuyas ideas influyeron de manera decisiva en el sistema educativo mexicano.
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Enrique Conrado Rébsamen Egloff nació en Kreuzlingen, Suiza, en 1857. Fue hijo del director de la escuela normalista de esa localidad, Juan Ulrich Rébsamen, y de Catalina Egloff, una mujer de educación esmerada quien fue hija de un coronel y consejero gubernamental.
Enrique Rébsamen realizó estudios de pedagogia, especializándose como maestro de enseñanza primaria y secundaria. Fue director de una escuela en Lichtenfels, Alemania.
En ese tiempo, tuvo contacto estrecho con intelectuales locales de la época, entre ellos Carlos von Gagen, cuyo ensayo "Quetzalcóatl" lo animó en su decisión de venir a México, país al que llegó alrededor del año 1880.
[OBJECT] Tras una estancia en la ciudad de León, Rébsamen llegó a la ciudad de México y se relacionó con intelectuales de la época como Ignacio Manuel Altamirano. Debido a la publicación de varios ensayos suyos, llamó la atención del entonces presidente Porfirio Díaz.
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El presidente lo recomendó con el gobernador veracruzano Juan de la Luz Enríquez, quien proyectaba reformas educativas de grandes alcances. Rébsamen se incorporó a un proyecto de escuela modelo en Orizaba en 1885, dirigida por el alemán Enrique Laubscher.
Al año siguiente, el gobernador le encomendó la creación de una escuela normal de maestros y una escuela experimental en Xalapa. En ellas se formaron maestros con las técnicas educativas más avanzadas de su época, los cuales transmitieron sus conocimientos en todo el país y modificaron la educación básica del país.
Entre 1889 y 1890, con Justo Sierra como presidente, fungió como vicepresidente de los Congresos Nacionales de Instrucción Pública. Al año siguiente, por instrucciones de Díaz, inició la reestructuración de la educación pública del país.
Sus ideas sobre pedagogía estaban basadas en las escuelas suiza, francesa, alemana e inglesa. Su trabajo fundó las bases del normalismo educativo en México.
FM