Un cohete Falcon 9 de la compañía privada SpaceX explotó este jueves en la plataforma durante una prueba rutinaria de lanzamiento en Cabo Cañaveral, Florida, destruyendo un satélite Amos-6 que iba a utilizar Facebook para proveer internet a zonas rurales y marginadas del continente africano.
La explosión no dejó heridos, pero además de perder el cohete hizo que se destruyera el artefacto fabricado por la compañía israelí Spacecom con el que el director de Facebook, Mark Zuckerberg, pretendía de manera altruista dar acceso a la web en las regiones marginadas.
Zuckerberg, que precisamente se encuentra de gira en el continente que pretendía ayudar con el artefacto destruido, se mostró contrariado por la pérdida y expresó su malestar en su perfil de Facebook: “Mientras estoy aquí, en África, me siento profundamente decepcionado al escuchar que la falla de SpaceX destruyó nuestro satélite”, señaló.
El Amos-6 fue contratado por Zuckerberg para “proveer conectividad a muchos emprendedores y a todas las personas a lo largo de este continente” y a otras regiones remotas del mundo como parte de la iniciativa internet.org.
Aunque el accidente desilusionó al fundador de Facebook, “por fortuna hemos desarrollado otra tecnología, como Aquila, que también conectará a la gente”, abundó haciendo referencia a un avión solar desarrollado por la red social para hacer llegar la señal de la web a diversas áreas remotas, aunque con menor cobertura de la que podía proporcionar el Amos-6.
SpaceX, al cierre de esta edición, no señaló si compensará a Facebook por el daño. Elon Musk, fundador de la compañía que busca revolucionar la industria aeroespacial reciclando componentes de los cohetes, reportó lo sucedido vía Twitter.
El accidente
“La pérdida (ocurrió) durante la operación de llenado del propulsor. Se originó cerca de la parte superior del tanque de oxígeno. La causa aún se desconoce”, escribió Musk en un tuit.
Un video de ABC News mostró el estallido del cohete en una enorme bola de fuego, luego una serie de explosiones y, finalmente, una densa columna de humo que cubrió el cielo de Cabo Cañaveral.
SpaceX realizaba pruebas para lanzar el satélite Amos-6 este sábado 3 de septiembre desde la Estación de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral, instalación próxima al Centro Espacial Kennedy de la NASA.
“En las preparaciones para la (prueba) de fuego estático de hoy, hubo una anomalía en la plataforma que resultó en la pérdida del vehículo y su carga”, señaló Phil Larson, portavoz de SpaceX. “La plataforma fue desalojada y no hubo heridos”, destacó, sin mencionar que procederá por la carga perdida.
La firma confirmó que el accidente tuvo lugar a las 9:07 locales en la plataforma de lanzamiento 40 durante una prueba.
Vecinos dijeron a medios locales haber escuchado múltiples explosiones durante varios minutos. La oficina de gestión de emergencias del condado de Brevard aseguró que no existe ningún riesgo para el público general derivado del “catastrófico” accidente.
Contactados por la agencia AFP, los ejecutivos de la empresa Spacecom, por el momento, no quisieron dar comentarios sobre la pérdida del satélite que desarrollaron.
Es un problema también para SpaceX, que intenta limpiar su nombre después de la explosión de un cohete el 28 de junio de 2015, dos minutos después de despegar, con una cápsula Dragon que contenía provisiones para la Estación Espacial Internacional y que se perdió totalmente.
Amos-6 era la mayor carga que iba a llevar hasta la fecha un cohete de SpaceX. De acuerdo a John Logsdon, ex director del instituto de política espacial de la Universidad George Washington, el satélite tenía un valor estimado de 300 millones de dólares.
El accidente probablemente interrumpa los planes de realizar otros seis lanzamientos de aquí a enero de 2017. “Es claramente un contratiempo, pero cuán grande es y cuánto tiempo se postergarán las operaciones, es imposible saberlo”, concluyó Logsdon.