Con bombo y platillos, y por supuesto guitarra eléctrica, bajo y hasta teclados, se estuvo anunciando la celebración del primer concierto del grupo Ten Years After en México. Casi cincuenta años después de que la banda se fundó en Gran Bretaña llegaría a nuestro país, lo que causó beneplácito entre sus seguidores (y algunos de sus hijos y nietos). ¡Casi Fifty Years After!
Y bajo ese nombre —Ten, no Fifty— hace algunos días se realizó una accidentada conferencia de prensa por Skype con el bajista original del grupo, Leo Lyons. Además hubo problemas técnicos, que más o menos se resolvieron después de hacerle perder el tiempo al entrevistado, más una traductora que se metió en camisa de once varas —o varos— (“yo no soy periodista, sino maestra de inglés”, argumentaba cuando fue evidente que no podía con el paquete). Por fortuna salió al quite un compañero periodista-promotor, quien puso en castellano lo que el bajista decía a partir de un audio entrecortado.
En la conferencia de prensa, Lyons habló todo el tiempo de Ten Years After: de la historia del grupo, su estilo, sus tocadas más memorables —como la del Festival de Woodstock— y su amigo y líder, el irreemplazable Alvin Lee, guitarrista fallecido en 2013 y que pasó a la posteridad por su interpretación de “I’m Going Home” en Woodstock. Se refirió también al repertorio que iba a interpretar en su concierto del 10 de octubre en el RR Live, donde alternarían con tres grupos mexicanos. Pero, jamás de los jamases, advirtió que el grupo no es Ten Years After. Tampoco lo dijo durante la entrevista que realicé con él poco después y publiqué en este medio.
El lunes llegó un correo electrónico en el que se anuncia “el rock de Hundred Seventy Split, los ex miembros de la original Ten Years After, en México”, pero no a manera de aclaración. ¿Hundred whaaaat? ¿O sea que, por arte de magia, los Ten se multiplicaban en Hundred? Me sentí humillado y ofendido, sobre todo porque no hice bien mi tarea —pensando que el primer boletín era correcto— y supuse que se hablaba de Ten Years After. Ahora resulta que hay dos grupos y el que viene no ostenta el nombre original, por lo que el mánager de la banda que tiene los derechos está que se lo lleva… A thousand lo que sea…
Los organizadores deberían aclarar lo ocurrido. Diez, cincuenta o cien años después, los años no importan, la presencia del grupo ha despertado interés por quienes quieren ver a Ten Years After y recibirán a Hundred Seventy Split (con éxitos de ya saben quién). Mañosamente, el flyer virtual destaca la palabra Ten ya saben qué… ¡Vaya promotores!