Las lluvias embellecen aún más la ruta hacia San Lucas Evangelista, un pueblo a la orilla de la laguna de Cajititlán que se distingue entre los pueblos de México como “La tierra del Molcajete”.
Víctor Manuel y Jorge Alberto son la tercera generación de los Cocula Navarro, una familia que mantiene viva la osada tradición de conseguir la piedra en el monte y labrarla con forma de cuenco que sirve desde la época prehispánica para triturar y extraer el sabor, el picor, la pulpa y la textura de los frutos de la tierra mexicana.
En esta población sólo el 30 por ciento de los habitantes se dedica a esta tradición y la mayoría vive al día. Pero los hermanos Cocula son emprendedores orgullosos de sus raíces y están buscando romper un Récord Guinness con el molcajete más grande del mundo, de más de 1.80 metros de diámetro.
Su idea no fue espontánea, la han preparado por varios años hasta que localizaron los materiales necesarios e hicieron algunos trabajos previos como camastros con losetas naturales, esculturas colosales y ornamentos de jardines. Sus ojos ya están cicatrizados de recibir los impactos de los trozos de roca de trabajar alrededor de cinco horas diarias, pero en San Lucas Evangelista, población de Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, el tiempo transcurre con el sonido del Río Grande, donde los chiquillos aún van a refrescarse después de la escuela.
El 16 de julio los hermanos entregan la gran pieza a la cadena de restaurantes de burritos zacatecanos que patrocinará esta primera odisea que según comentan probablemente los dejará dormir muy poco ahora que realizan la última etapa del proceso.