Cultura

Papa: debe frenarse a traficantes de la muerte

El pontífice criticó a quienes “hacen de la pobreza de muchos, oportunismo de pocos”; advierte que hay amenazas para enfrentar y dividir a la sociedad.

El papa Francisco llamó a los mexicanos a hacer del país una tierra de oportunidades donde no existan desesperación ni pobreza y nadie termine destruido "por los traficantes de la muerte", y advirtió que en la actualidad se generan amenazas para dividir y enfrentar a la sociedad.

Ante alrededor de 300 mil personas que se dieron cita ayer en el predio El Caracol, de este municipio, el pontífice también pidió a los mexicanos "estar en primera línea, primerear en todas las iniciativas que ayuden a hacer de esta bendita tierra mexicana una tierra de oportunidad, donde no haya necesidad de emigrar para soñar, de ser explotado para trabajar, de hacer de la desesperación y la pobreza de muchos oportunismo de unos pocos.

"Para que México sea una tierra que no tenga que llorar a hombres y mujeres, jóvenes y niños que terminan destruidos en las manos de los traficantes de la muerte", señaló el obispo de Roma.

Durante el rezo del Ángelus, Francisco dijo que "un cristiano no puede menos que demostrar su solidaridad para solucionar la situación de aquellos a los que aún no ha llegado el pan de la cultura o la oportunidad de un trabajo honorable; no puede quedar insensible mientras las nuevas generaciones no encuentren el cauce para hacer realidad sus legítimas aspiraciones".

En su homilía, Jorge Mario Bergoglio destacó que se viven tiempos de conversión en los que continuamente se tienen amenazas para generar una sociedad dividida y enfrentada. "Una sociedad de pocos y para pocos".

Por eso cuestionó cuántas veces se experimenta en la familia, con los vecinos o los amigos, el dolor que nace de no sentirse reconocido por su dignidad y "cuántas veces —con dolo lo digo— somos ciegos e inmunes ante la falta del reconocimiento de la dignidad propia y ajena".

Recordó que la Cuaresma es "tiempo para ajustar los sentidos, abrir los ojos frente a tantas injusticias que atentan directamente contra el sueño y proyecto de Dios. Tiempo para desenmascarar esas tres grandes formas de tentaciones que rompen, dividen la imagen que Dios ha querido plasmar.

"Tres tentaciones que buscan degradar y degradarnos. La primera, La riqueza, adueñándonos de bienes que han sido dados para todos y utilizándolos tan sólo para mí y para los míos. Es tener el pan a base del sudor del otro o hasta de su propia vida. Esa riqueza que es el pan con sabor a dolor, amargura, a sufrimiento. En una familia o en una sociedad corrupta es el pan que se le da de comer a los propios hijos.

La segunda tentación, explicó, es la vanidad, "esa búsqueda de prestigio con base en la descalificación continua y constante de los que no son como uno. La búsqueda exacerbada de esos cinco minutos de fama que no perdona la fama de los demás, haciendo leña del árbol caído, deja paso a la tercera tentación".

La tercera tentación, dijo, es la peor: el orgullo, "o sea, ponerse en un plano de superioridad del tipo que fuese, sintiendo que no se comparte la común vida de los mortales y que reza todos los días: 'Gracias, Señor, porque no me has hecho como ellos'".

El obispo de Roma señaló: "Sabemos que lo que significa ser seducidos por el dinero, la fama y el poder", por eso, señaló enfático, se ha optado por "Jesús y no por el demonio, porque con el demonio no se dialoga".

En su saludo al pontífice, el obispo Roberto Domínguez, de la diócesis de Ecatepec señaló que en "muchos lugares experimentamos la pobreza, la violencia, encarnando el dolor de los que sufren por la corrupción, el hambre, la miseria y todas las manifestaciones del mal que conducen al deterioro de nuestra casa común; es viva imagen de los problemas que aquejan al ser humano, que ha roto la armonía con Dios, con los hermanos, consigo mismo y con la creación".

Lo esperan más de 16 horas

Más de un millón 300 mil personas participaron en la visita que el papa Francisco realizó a Ecatepec.

Muchos de los asistentes tuvieron que esperar más de 16 horas, soportando las bajas temperaturas que se resintieron durante la madrugada del domingo. Otros durmieron en el suelo y a la intemperie o caminaron hasta siete kilómetros para llegar a la zona que visitó el pontífice, quien llegó al filo de las 10:45 horas en helicóptero procedente del Campo Marte, en la Ciudad de México.

La aeronave aterrizó en el predio El Ballisco, en Venta de Carpio, luego de realizar un sobrevuelo por la zona arqueológica de Teotihuacán. Bergoglio fue recibido por el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, y el alcalde de Ecatepec, Indalecio Ríos Velázquez.

El mandatario estatal nombró a Francisco visitante distinguido y recibió las llaves de la ciudad, así como un árbol de la vida en miniatura hecho en barro.

A las 10:52, el obispo de Roma subió al papamóvil y luego de saludar y bendecir a los representantes de los medios de comunicación, comenzó el recorrido de 8.8 kilómetros hasta el predio El Caracol, de 45 hectáreas, ubicado en el fraccionamiento Las Américas, donde ofició la misa a la que asistieron más de 300 mil personas.


Los que han pedido dialogar con delincuentes

En marzo de 2015, el ex presidente Vicente Fox propuso que el gobierno federal debiera dialogar con la delincuencia para terminar con la violencia que padece México. "Yo creo firmemente, incluso lo he llegado a mencionar, (que) se puede dialogar hasta con los criminales. Todo ser humano es rescatable, todo ser humano merece una segunda oportunidad", dijo.

Un mes después, el entonces gobernador de Guerrero Rogelio Ortega Martínez afirmó que dialogaría con la delincuencia organizada si eso sirviera para que "devolvieran" a los 43 normalistas desaparecidos. "Ya lo he dicho, si a mí me dicen que yo vaya a buscar un encuentro, un diálogo con gente de la delincuencia organizada para que nos pidan un rescate y (los) encontremos y nos devuelvan con vida a los muchachos, yo estoy dispuesto a hacerlo", expresó

En noviembre pasado, cuatro obispos de Guerrero llamaron al gobierno estatal a dialogar con la delincuencia para tratar de solucionar el problema de inseguridad y violencia en el estado. Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Acapulco; Salvador Rangel Mendoza, obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa; Maximino Martínez Miranda, de Ciudad Altamirano, y Dagoberto Sosa Arriaga, de Tlapa, convocaron al gobierno de Héctor Astudillo Flores a establecer el diálogo con los criminales.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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