El periodo vacacional de Semana Santa fue aprovechado en el Barrio Antiguo, pues en el sector histórico protegido por el estado continúan avanzando las construcciones de tres obras, dos de ellas polémicas.
Las retroexcavadoras y perforadoras, aunadas a decenas de hombres trabajando, son la postal en calles como Morelos, donde actualmente se realizan dos construcciones, así como en la avenida Constitución a la altura de Mina.
En el proyecto denominado como Pasaje Gourmet o Mercado Barrio Antiguo, que se construye sobre la calle de Morelos, continúan los trabajos. Cubierto por lonas y maderas para evitar la visibilidad, en el predio es visible el desnivel que se ha hecho para colocar los soportes de lo que será la estructura del negocio.
Esta obra generó críticas debido a la demolición de dos casonas –una de ellas altamente modificada–, a pesar de estar identificadas como valiosas en diversos catálogos municipales y estatales.
Si bien los primeros trabajos comenzaron en julio del año pasado, la obra presenta poco avance.
Más adelante, en el cruce de Morelos con Mina, se dan los últimos detalles a un nuevo inmueble.
La construcción, de doble piso, busca simular el estilo arquitectónico más tradicional en las casonas antiguas del Barrio Antiguo con elementos contemporáneos.
Esta obra generó dudas entre especialistas debido a su altura, que sobrepasa a los inmuebles contiguos.
Otra de las obras que generó polémica fue la demolición de un restaurante, ubicado en Constitución y Padre Raymundo Jardón, cruce donde se construirá presuntamente una gasolinera.
Esta obra fue cuestionada por vecinos a pesar de la aprobación de la Junta de Conservación y Preservación y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el estado.
Hoy labora un trascabo que continúa con la remoción de escombro y la limpieza del terreno. Aunque las obras iniciaron en junio del 2015, su avance ha sido paulatino después de las críticas que despertó en la comunidad del sector.
A la par se realizan trabajos de remozamiento en inmuebles que sirvieron como condominios, pues se pretende reactivar en su uso.
El Barrio Antiguo de Monterrey fue declarado como zona estatal protegida en 1993, estableciendo un reglamento de construcciones y rehabilitaciones sujeto a cualquier obra realizada en la zona.
En las últimas administraciones municipales se ha aprobado la colocación de publicidad y anuncios luminosos que están prohibidos en el reglamento.