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Darle la espalda a todo:
eso
es tener estilo.
No azotar la puerta, no
escapar con zancadas teatrales,
simplemente voltearse.
Que otros elijan los riscos
susurrantes,
las ruinas
de la noche en su último desplome;
aquí es el grado cero,
el vacío por diorama,
vieja zona del no
sin más explicaciones.
Voltearse.
Optar por lo que esquiva,
por lo que nunca vuelve,
lo sin nombre;
por las noches en blanco en que
creímos
que al fin surgía el lado oscuro
de las cosas;
por el reverso
-el punto ciego-
la fisura;
por todo cuanto arrastra
el no en su deslave.
Luigi Amara
Sexto Piso, 2015