El hielo del Océano Ártico se contrajo a su segundo nivel más bajo desde que los científicos comenzaron a monitorearlo por satélite.
El Centro Nacional de Información de Nieve y Hielo, en Colorado, EU, informó que la altura del hielo del mar alcanzó su punto bajo de verano, el cual se extendió 4.14 millones de kilómetros cuadrados. Esta marca es la segunda más baja registrada desde 2012, cuando fue de 3.39 millones de kilómetros cuadrados.
Aunque este año no se estableció un récord, “hemos reforzado la general tendencia a la baja. No hay evidencia de recuperación aquí”, señaló Mark Serreze, director del centro. “Siempre hemos sabido que el Ártico va a ser el sistema de alerta temprana para el cambio climático, es una pérdida tremenda la que estamos observando”, agregó.
Fue un año inusual para el hielo de la zona, en el invierno los niveles estuvieron entre sus niveles más bajos de la historia y durante el verano hubo más tormentas de lo normal, lo cual mantuvo al Ártico nublado y más frío, pero eso no evitó que el hielo se derritiera.
“Los patrones de clima ya no importan tanto como antes, de manera que estamos entrando a un nuevo régimen”, dijo el experto.
Serreze señaló que no le sorprendería si el Ártico se queda sin hielo en el verano de 2030, algo que afectará la seguridad internacional.
“La tendencia es clara e inquietante”, dijo el experto, y agregó que los efectos no solo afectan el Ártico. m