El cardenal Norberto Rivera Carrera, en 22 años al frente de la Arquidiócesis de México, logró ser el personaje central de hechos históricos: ser el arzobispo primado más joven (53 años), hacer procesiones del Corpus Christi en el Zócalo, canonizar a Juan Diego y organizar tres visitas papales, así como recibir agresiones en la Catedral Metropolitana, ser el jerarca más cuestionado por supuesto encubrimiento en casos de pederastia y con más quejas ante la Secretaría de Gobernación (Segob).
Rivera Carrera hoy cumple 75 años, presentará su renuncia al papa Francisco como lo establece el Derecho Canónico, pero esperará la decisión del pontífice de nombrar a su sucesor para retirarse.
En 1985, impulsado por el nuncio Girolamo Prigione, Juan Pablo II designó a Rivera Carrera como obispo de Tehuacán. El 13 de junio de 1995 lo nombró arzobispo primado de México y en 1998 lo hizo cardenal.
La familia fue el tema que lo llevó a ocupar cargos en las comisiones del Vaticano, en el Consejo Episcopal Latinoamericano y en la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
Religiosidad popular
Uno de sus logros fue que los fieles salieran de los templos al Zócalo y a sus calles aledañas. El jueves 6 de junio de 1996, en la celebración del Corpus Christi, realizó una procesión con el Santísimo por las calles después de 130 años de celebrarlo en el encierro.
En mayo de 2000 realizó el tercer Congreso Nacional Eucarístico luego de 76 años de haberse suspendido, ya que el anterior fue en 1924 y el primero fue en 1906, en Guadalajara.
Además, logró en 2002 la canonización de san Juan Diego, después de enfrentar una serie de obstáculos, incluida la oposición del abad Guillermo Shulenmburg, a quien logró que se le destituyera en 1996.
En su gestión organizó las dos últimas visitas a México del papa Juan Pablo II (la cuarta en enero de 1999 y la quinta en julio de 2002), así como la del papa Francisco, en febrero de 2016.
Logró la restauración de varios inmuebles católicos, entre los que destaca la Catedral Metropolitana. Después de un diálogo con dos administraciones de la Ciudad de México (Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard), en octubre de 2012 inauguró la Plaza Mariana, un complejo integrado a la Basílica de Guadalupe que contó con una inversión superior a 70 mil millones de pesos.
En febrero de 2003 se dio a conocer que Diego Monroy, entonces rector de la Basílica de Guadalupe, bajo las órdenes del cardenal Rivera, en marzo de 2002 vendió en 125 millones de dólares los derechos de propiedad de la imagen de la Guadalupana a la empresa estadunidense Viotran, que la comercializaría por cinco años.
En cuanto al trabajo de divulgación de la Arquidiócesis de México, a su llegada el cardenal creó una oficina de Comunicación Social con el apoyo de los Legionarios de Cristo. Bajo su mandato se cerró el semanario Nuevo Criterio, después de criticar la relación del presidente Vicente Fox y su vocera Marta Sahagún. En sustitución, nació Desde la Fe, que en un principio pertenecía a la Arquidiócesis de México y fue vendido al empresario Mario Vázquez Raña.
También fundó en la web el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México.
Hechos polémicos
El trabajo del arzobispo primado de México también estuvo rodeado de hechos polémicos.
El 20 de octubre de 1996 señaló en su homilía dominical que cuando el gobierno “se opone abiertamente a los derechos humanos fundamentales, entonces hay que negarle obediencia”. Por este llamado a la desobediencia civil, la Segob le envió un extrañamiento que decía: “Nadie, bajo ningún argumento, se encuentra eximido del respeto y la obediencia al régimen de derecho”.
Durante su gestión cargó con la sombra del fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel. El cardenal nunca negó ni afirmó ser cercano a ese personaje.
Ha sido el jerarca católico más cuestionado por casos de supuesto encubrimiento de pederastas y es uno de los dos obispos mexicanos denunciados ante tribunales estadunidenses —el otro es Rodrigo Aguilar, obispo de Tehuacán—; no obstante, hasta la fecha ningún juez lo ha declarado culpable de alguna acusación.
A raíz de dicha denuncia, el cardenal canceló las entrevistas que ofrecía cada domingo después de la misa dominical y se replegó de los medios de comunicación. En los últimos años, implementó un encuentro anual con periodistas en México.
En su reunión con estos, en diciembre de 2016, reconoció que en la Arquidiócesis de México denunciaron a 15 sacerdotes por abuso sexual. Esta declaración fue usada recientemente como base de una nueva denuncia contra el cardenal presentada ante la Procuraduría General de la República.
El cardenal Rivera también ha recibido diversos ataques verbales en la Catedral Metropolitana (de 1997 a la fecha se registraron 19) y han sido perpetrados por integrantes del Partido de la Revolución Democrática, quienes incluso en una ocasión le lanzaron huevos y en otra le dejaron una cabeza de puerco en la entrada.
Este recinto religioso ha sido sede de manifestaciones contra el purpurado por sus posiciones contra el aborto, el matrimonio de parejas del mismo sexo y la adopción por parte de homosexuales, así como por supuesto encubrimiento en casos de pederastia.
Grupos identificados con el PRD han presentado quejas contra el arzobispo ante la Segob por violar el Estado laico al entrometerse en política; sin embargo, ninguna ha prosperado.
Aunque Rivera Carrera continúo con el Plan Pastoral iniciado por su antecesor, el cardenal Ernesto Corripio Ahumada, no logró contener el securalismo en la Arquidiócesis. Según estadísticas del Inegi, de 1990 a 2010 los católicos en la Ciudad de México disminuyeron de 92.4 a 84.4 por ciento.
***
Amigos en la política
El cardenal Norberto Rivera Carrera sostiene buena relación con políticos, principalmente priistas, como Francisco Labastida Ochoa. Pero también ha entablado amistad con panistas como Santiago Creel e incluso Andrés Manuel López Obrador.
Ayudó a que el Vaticano declarara nulo el matrimonio de Manuel Bribiesca con Marta Sahagún, lo que le permitió casarse con Vicente Fox. Lo mismo sucedió con el matrimonio entre José Alberto Castro y Angélica Rivera, quien se casó con el presidente Enrique Peña Nieto.
Entre sus amigos empresarios se encuentran Carlos Slim, Olegario Vázquez Raña, su hermano Mario (ya fallecido) y Miguel Alemán Velázquez.