Antonio Rodríguez Jiménez, periodista y escritor presentó en Notivox RADIO su más reciente libro titulado La sociedad secreta de los poetas, estéticas diferenciales de la poesía española contemporánea que recién publicó la editorial Carena y que durante diciembre el autor dio a conocer en varias lugares españolas.
En el libro, el también colaborador de Notivox JALISCO comparte el análisis que ha realizado de la obra de 48 poetas españoles. ”Este estudio lo comencé hace unos 35 años aproximadamente. En esa época detecté que en España se imponía de manera poco sutil un tipo de poesía. La poesía neorrealista comenzó a ser la poesía oficial, una poesía muy de canciones de Sabina pero sin la música de Sabina, un tipo de poesía que miraba hacia lo que ya se había producido en la década de los 50, era una cosa fuera de sitio, una situación muy extraña”.
El escritor destacó: “detecté ese tipo de características especiales de varios poetas.
Desde entonces siempre me ha parecido bien que los poetas no sigan una línea en conjunto, lo importante es que cada uno de ellos encuentre su voz propia, lograr su originalidad. Sin embargo había una especie de rechazo a quien no se adaptara al discurso único que proponía el Estado”.
El libro de Rodríguez Jiménez habla de “esos poetas radicalmente opuestos a lo oficial, poseedores de una singularidad igual a los que obtuvieron en su momento Vicente Aleixandre o Juan Ramón Jiménez. “Un poeta puede ser muy famoso, estar en todos los jubileos poéticos, pero lo único que va a quedar es la palabra y es lo que lo va a salvarle o lo va a condenar, según si es bueno o malo”.
Antonio Rodríguez Jiménez, destacó que la poesía es importante siempre. “Creo que la verdadera poesía quedará a través de los tiempos, la poesía es muy necesaria, en los medios de comunicación lo pasamos como algo sin importancia. La poesía y las humanidades son muy necesarias, en determinados momentos la poesía es muy significativa, en tiempos de crisis, el poeta ha hecho fuerza para enternecer el alma dura de la sociedad. Lo importante es que haya poesía, si hay poesía hay humanidad y si hay humanidad hay paz. A través de ella se puede decir lo indecible, expresar lo inexpresable, lo que hace el poeta es que ese paisaje sea reconocido a todos los demás y nos haga sentir algo especial”. El libro puede adquirirse en Amazon y en México puede encontrarse a finales de enero.
48 POETAS ESPAÑOLES SEGÚN ANTONIO RODRÍGUEZ JIMÉNEZ
Rafael Alberti, Cal y canto y Góngora
Rafael Álvarez Merlo, entre Góngora y la Generación del 70
Manuel Álvarez Ortega y su poesía metafísica
Blanca Andréu. Su voz abrasadora y onírica de la poesía de los ochenta,
Julio Aumente: El coleccionista de antigüedades y su poesía ácida
Enrique Badosa, poeta impecable de un mundo perdido
Ricardo Bellveser y su sentimiento desesperanzado
Juan Bernier, un humanista infatigable, poeta pagano y religioso
Guillermo Carnero, poeta rupturista que dibuja la muerte
Francisco Carrasco Heredia: Panteísmo y sentimiento de la naturaleza
Antonio Carvajal, un renacentista con ondas barroquizantes
Juana Castro: La belleza escondida de lo terrible en su obra
Carlos Clementson o cuando la poesía nace de la luz
Antonio Colinas, el poeta que sueña la palabra y la música del mundo
Pedro J. de la Peña, poeta vitalista, atraído por el misterio y los símbolos
Leopoldo de Luis o la poesía como manera de comprender el mundo
Carlos Edmundo de Ory. Inspiración y sacralidad en su obra
Fernando de Villena o la elección de la literatura como destino
Antonio Enrique y su constante búsqueda renovadora
Domingo F. Faílde. Introspección y el intento de rescatar el yo
Antonio Gala. La brillante austeridad y su clara vocación de clasicismo
Antonio Gamoneda o la experiencia de la muerte inmersa en los sentidos de la memoria
Pablo García Baena. El signo esencialmente elegíaco de su poesía
Angel García López o el poeta de la realidad trascendida
Concha García, entre la curiosidad y la insatisfacción
Rafael Guillén o la explicación de la realidad mediante las palabras
Antonio Hernández. El desgarro emocional en su obra
José Hierro se debate entre el dolor y la alegría, entre la nostalgia y la esperanza
Luis Jiménez Martos. El dramatismo vital de su poesía
Manuel Jurado López, la búsqueda del equilibrio entre la palabra densa y la agilidad de la expresión
Concha Lagos: La riqueza de las ideas y la melodía de la elegancia
Mario López, inmerso en el misterioso espectáculo de los seres y las cosas
José Lupiáñez concibe la poesía como creación de un lenguaje transfigurador de la elaborada belleza
Manuel Mantero. Lo metafísico y lo simbólico en su poesía
José de Miguel. Frescura, actualidad, humor e ironía
Ricardo Molina, su poesía iluminada de naturaleza y amor
José Antonio Muñoz Rojas, desde el esteticismo hasta la pureza expresiva
Vicente Núñez, su poesía es una obra de amor apasionado
Maria Antonia Ortega, la poesía de un unicornio desbocado y bello
Rafael Pérez Estrada o la emoción del lenguaje intraducible del espíritu
Fernando Quiñones, su inspiración radica en el subconsciente
Manuel Ríos Ruiz, poeta de una desbordada emoción
Pedro Rodríguez Pacheco posee el sello inconfundible de la autenticidad
Claudio Rodríguez: La inspiración convertida en instantes de ebriedad
Mariano Roldán: La vida a través del triunfo de los sentidos y la ignorancia de la muerte
Eduardo Scala: La realidad última de la poesía a través de sus imágenes
Jaime Siles: El poder de la luz y los límites de la reflexión filosófica
Rafael Soto Vergés: Los signos de la tierra y el lenguaje de los campos en su obra
GPE