Dudar, más que dejarse arrastrar por el sentimiento, se anuncia como el camino más sabio para escuchar y proyectar las palabras del mundo
El viejo joven maestro nos preparaba a no recibir de fuera
aquello que muy bien uno puede decidir buscar en su interior
y no buscar en el interior aquello que solo sucede afuera.
Descubrir por ejemplo los caminos diarios de la existencia
que no por fuerza llevan el epíteto feliz, sino el de interesante.
Me resultó de interés ir forjando una individualidad metódica;
formulando hipótesis. Porque una vez asimilada
la relevancia de los descubrimientos,
uno llega a identificarse con las impresionantes e imborrables huellas
de los que se perdieron en el Laberinto queriendo vencer al Minotauro.
Para quedar claros: de volver a casa se trata a partir de la cultura minoica.
Salvo que no hay guías ni manuales para tales empresas:
una vez sabido con certeza que aquello que no se puede nombrar…
lo demás es silencio. O al revés.
El principio de incertidumbre da con palo a la simplicidad sentimental
y reafirma de un modo peculiar la intuición poética, es un lapso sui géneris.
Josué Ramírez nació en la Ciudad de México en 1963. Es autor, entre otros, de Trivio, Ulises trivial, Los párpados narcóticos, Tepozán y Hoyos negros, además del libro objeto Imanes. Su obra ha sido incluida en El turno y la transición; Reversible Monuments; 359 Delicados (con filtro). Antología de la poesía actual en México y Antología general de la poesía mexicana. Poesía del México actual, de la segunda mitad del siglo XX a nuestros días. En 1997 obtuvo, como director de proyecto, la beca otorgada por la Fundación Rockefeller y el Conaculta y de 2000 a 2006 fue miembro de Sistema Nacional de Creadores de Arte. El poema que aquí presentamos pertenece a Deniz, coeditado por Conaculta y Ediciones Sin Nombre, de próxima aparición.