En el próximo ciclo escolar se planea echar a andar el piloto de Aspire, una aplicación diseñada por el MD Anderson Cancer Center, de Texas, basada en videojuegos y personajes de caricatura que tienen como finalidad inhibir con información el tabaquismo entre niños y adolescentes en México, informó la investigadora del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratoria (INER), Valeri Noé Díaz.
La especialista explicó que la Escuela de Lancaster, ubicada en Rey Yupanqui 46, en la colonia Tlalcoligia de la delegación Tlalpan, será parte de esta primera etapa del proyecto, el cual se espera replicar en alrededor de 220 mil planteles de la Secretaría de Educación Pública. Además, señaló que se pretende tropicalizarlo, es decir, que tenga el acento propio del español y que los deportes propuestos sean con los que más se identifican los usuarios, como el futbol; asimismo, con los personajes y que todas las estrategias de los juegos sean adaptados a la cultura mexicana.
Detalló que se elegirán en el proyecto a 50 estudiantes —la mitad varones y la mitad mujeres—, de entre 11 a 18 años, para que contribuyan en las adaptaciones que deben hacerse en esta aplicación elaborada por Alex Prokhorov, profesor de Behavioral Science del Md Anderson Cáncer Center —instituto con el cual ha colaborado y hecho alianzas el Instituto Nacional de Cancerología (Incan)—, la cual ha tenido gran aceptación y resultados en la disminución del tabaquismo en EU.
Noé Díaz detalló en entrevista que el proyecto pasó antes por el Comité de Ética que exige la aprobación de los padres de familia mediante la firma de consentimiento informado, dado a que a los menores se les proporcionará material sobre el contenido de este tipo de droga legal; además deberán de quedarse después de clases para poder ingresar al programa donde se dan datos básicos y se accede a las diversas opciones.
Los personajes, estilo Cartoon Network, orientarán a los menores a responder, por ejemplo: "Sí fumo y qué" o "yo nunca he dejado de fumar". Abundó que "contestarán diversas preguntas por lo que deben ser estimulados para que el proyecto, aunque con características mexicanas, sea lo más parecido al que se utiliza en EU".
La investigadora reconoció que en esta ocasión se eligió la escuela privada Lancaster por contar con todos los requerimientos necesarios, desde computadoras hasta acceso a internet, conocimiento de inglés y, por supuesto, habrá todo un respaldo de personal capacitado que orientará a los menores.
La idea es que tenga una repercusión en el diseño de políticas sanitarias de prevención en todo el país.
Precisó que en esta etapa, de adaptar el programa a la identidad de los niños mexicanos, tendrá en un inicio una inversión de 8 mil pesos. Posteriormente se incluirá a grupos mayores de estudiantes para identificar situaciones de riesgo, hablar con los padres y otorgar terapias —aun cuando el INER no trabaja con niños, pero sí los canaliza con grupos especializados, esencialmente psicólogos, porque se ha comprobado que el cigarro se relaciona con problemas emocionales.
De igual manera, abundó, se evaluará si dentro del sector de estudiantes se deben hacer ajustes adicionales considerando los diferentes estratos sociales que existen en el país, sin dejar de lado que en algunos planteles no hay computadoras ni internet.
Se analizará la manera de que los sectores menos favorecidos también tengan acceso a la aplicación como parte de los proyectos educativos para prevenir la adicción al tabaquismo, la cual es la base de inicio para consumir otras drogas ilegales.
En entrevista, Alex Prokhorov explicó que en países como México este tipo de programas resultarán esenciales, dado a que la edad de inicio del tabaquismo es desde los 12 años y los menores están rodeados de grupos adictos a la nicotina, como son amigos, padres y familiares; asimismo, son bombardeados por la industria tabacalera a través de conciertos y eventos masivos.
"Nosotros logramos reducir con Aspire 17 veces, en tan solo 18 meses, los riesgos que enfrenta un menor en EU y esto nos da la idea de que el programa que está disponible en línea, en las redes, es el camino correcto para reducir muertes.
"Simplemente en EU se evitaron, en términos generales, 180 mil decesos por tabaquismo y deseamos que en América Latina, en México, Colombia y Perú, se vea ese efecto llegando a los niños a través de la educación proporcionada a través de los videojuegos, que son gratuitos y se pueden bajar fácilmente", precisó el creador del programa.
Explicó que éste ya no solo se centra en el cigarro común sino también en las llamadas cucas para fumar tabaco en grupo y en el cigarro electrónico. "Sabemos que tendrá un impacto positivo si se incluye dentro de las materias del sistema escolarizado. No hay que olvidar que 88 por ciento de los fumadores iniciaron antes de cumplir los 18 años y la idea es retrasar ese inicio para tener menos enfermos, muertes prematuras y gastos catastróficos".
Prokhorov destacó que hay que dar pasos firmes, dado que la industria tabacalera diseña siempre nuevas estrategias para atraer a los grupos más vulnerables en los países en economías en desarrollo, aun cuando se trate de niños no fumadores, sin problemas emocionales y con capacidades para resolver problemas.
"Solo en EU perdemos cada año 150 mil millones de dólares por enfermedades, muertes, ausentismo laboral, atentando contra el sistema de salud y el desarrollo del país. Con Aspire se crea una especie de vacuna contra el tabaquismo y se genera mayor resistencia para volverse fumadores".
Los gobiernos de México y Colombia acordaron destinar alrededor de 300 mil dólares para arrancar estos proyectos pilotos, donde también se medirá cuántos médicos, por ejemplo, fuman y ya son adictos a la nicotina, así como el número de cigarros que adquiere un menor, considerando sus motivos de compra, para diseñar política sanitarias pública efectivas.
