Cultura

'Los constituyentes' o el camino a la Carta Magna

Cine

Tras años de trabajo e investigación, la obra del realizador Edgar F. Pulido se presentará en la Cineteca Nacional hasta el próximo 19 de marzo.

La Revolución Mexicana es preciso contarla bajo una perspectiva que deja fuera otras tantas versiones. Esto porque el movimiento bélico se dio bajo distintas ideologías y el investigador debe asomarse para descifrar una de las muchas que existen. Al menos eso es lo que ha ocurrido hasta nuestros días. La cinta Los constituyentes (México, 2020) de Edgar F. Pulido es un homenaje al documento que rompe con los rezagos del viejo régimen y nos coloca a la par de los gobiernos más hechos a una idea de modernidad. Claro está que las páginas de la Carta Magna han tenido que pasar por muy distintos cambios, de tal modo que con las modificaciones actuales han transformado las nociones originales.

Pulido es un hombre que quiso filmar en Querétaro las acciones que acompañan a las partes documentales, con tomas de aquella época que conserva la Filmoteca de la Universidad, con partes de una obra teatral dirigida por Luis Martín Solís, con otras grabadas con investigadores de primer nivel como Ignacio Marván, Luis Barrón y el ahora fallecido Álvaro Matute. Todo el conjunto nos da una lección de historia y confronta las posiciones de Venustiano Carranza y Álvaro Obregón. El primero era un conservador de las nociones de Estado y de Justicia, mientras que el Manco era un pensador que se ubicaba más cerca de los Jacobinos. Esta es la versión que trabaja Los constituyentes, un documento de primera importancia para entender más profundamente los momentos previos a la firma de la Constitución.

​Marván aclara que los jefes revolucionarios decidieron que se ubicaran los artículos que integrarían nuestra Carta Magna en Querétaro. Esto porque ahí se tendría más calma para manifestar el contenido de lo que estaba en juego, sin los pesares de informar a la prensa lo que acontecía en esos momentos. Esto con la presencia de Félix Palavicini, uno de los fundadores del diario El Universal y uno de los seguidores más entusiastas de Carranza. De este modo, lo que se sabía de los constitucionalistas era, en gran parte, lo que informaba ese periódico.

El filme es un trabajo que le llevó un poco más de diez años al realizador Edgar F. Pulido, quien había construido una cinta anterior, el antecedente de la actual, en el ahora lejano 2010. Esa versión estaba ligada a su hermano Giancarlo, dramaturgo y actor teatral, a quien la muerte alcanzó en 2011, en medio de la sorpresa de sus familiares y amigos. Ellos, al entrar al recinto que albergó a los constitucionalistas, sintieron la emoción que era estar ante un escenario donde se firmó nuestra Carta Magna. Esto llevó a idear una obra que escribió Juan Carlos Zerecero y a la cual llamó El nido de la urraca y recorridos del coyote. El autor investigó los pormenores de las discusiones en torno a lo que sería el documento fundamental. De esta forma incluso se inserta el encuentro entre Obregón y la madre Conchita, a quien el Manco coquetea mientras ella lo pone en su lugar. Esto es parte de la ficción.

También aparece un personaje esencial dentro de la lucha sufragista, Hermila Galindo, quien peleó porque las mujeres tuvieran derecho al voto. Esto trajo polémicas arduas y en ese momento era menos que imposible lograrlo. Ella fue candidata a una diputación, y fue derrotada debido a que en ese tiempo estaba prohibido el sufragio a las damas. Poco antes de morir en 1954, vio complacida que el presidente Ruiz Cortines estableció la igualdad de género para las votaciones en 1953.

Otro de los entrevistados es el historiador Álvaro Matute, fallecido en 2017. En Los constituyentes es otra de las voces que aclaran puntos que estaban un tanto difusos. El tercero es Luis Barrón, un hombre que se ha dedicado a estudiar a Venustiano Carranza. Establece el carácter legalista del primer jefe y nos da una mirada en la que luces y sombras se funden para darnos un personaje mucho más real. Lo mismo pasa con Álvaro Obregón, a quien hemos tenido como uno de los villanos de la gesta revolucionaria. En la cinta de Pulido aparecen ambos con las características que tenían, al mismo tiempo con sus condiciones para ser caudillos por méritos propios.

Las discusiones sobre la Constitución establecieron las líneas de lo que sería el nacimiento de una nueva clase política, eso lo aclara Marván con precisión, pues unos jóvenes de entre 25 y 35 años dominaron la plana y consiguieron cargos públicos. Esa era otra de las maneras de expulsar a los ancianos que gobernaron al lado de Porfirio Díaz con el Partido Científico.

El espectáculo que montó Pulido se debió a muchos personajes ligados a la historia o al quehacer cultural que estaban listos en Querétaro para hacer frente a un proyecto de las dimensiones de Los constitucionalistas. Esa emoción que nace por un documento que fue la síntesis del movimiento belicista, surgió de los matices propuestos por las tendencias que abarcaba la Revolución. Incluso los zapatistas y los villistas tuvieron una participación en tanto más lejana, esto porque los enfrentamientos estaban en el poder de Carranza y Obregón.

Las imágenes teatrales de ningún modo desvirtúan el trabajo enorme de Pulido; al contrario, lo ensalzan porque la mirada del realizador está puesta en la creación de un magno espectáculo, y esto sólo lo podía lograr con las diferentes inclusiones que tiene la cinta. Por ejemplo, las entrevistas están tomadas con un plano que nunca cambia, y esto lo hizo el director para evitar distracciones inútiles. Su sentido estaba puesto en aquello que decían estos hombres importantes en la mirada de una historia que a veces se escapa. Ellos consiguen que el filme se meta a fondo con los asuntos del constitucionalismo. Ahí el discurso más brillante y el que mejor otorga su postura ante los hecho es Marván. Él estableció el contexto y otorga las líneas para un entendimiento cabal de aquello que se ve a través de la obra teatral, de las escenas ficcionales o de los fragmentos de película que ilustran el trabajo fílmico.

Edgar F. Pulido debe sentirse orgulloso de haber realizado este filme, que le llevó años y años de trabajo, investigación y colaboraciones de distintas instancias nacionales, entre ellas la Filmoteca de la UNAM, TV UNAM, el Canal Judicial y Estudios Churubusco.

Una vez terminado el proyecto, el realizador debe estar satisfecho de su labor, ya que en el trabajo se incluyeron a tantos actores y se dio una versión final que coincide con los intereses de Pulido y de su hermano Giancarlo.

Los Constituyentes es un tributo a nuestra Carta Magna y a lo que lograron los intereses de un México que se creía moderno pese a las malas condiciones por las que atravesaba el país. Una labor magnífica es el significado de esta cinta documental-ficción que se verá con buenos ojos, sobre todo por las implicaciones que tiene.

Los Constituyentes es una labor admirable, que se llevó a cabo con aquel dicho inglés de la Segunda Guerra Mundial: sangre, sudor y lágrimas. En fin, un producto de primera clase que debe verse con respeto y admiración por los participantes en un proyecto de calidades excelentes.

'Los Constituyentes' se presentará del 13 al 19 de marzo —excepto el 17— a las 18:30 horas en la Cineteca Nacional.

ÁSS

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Laberinto es una marca de Milenio. Todos los derechos reservados.  Más notas en: https://www.notivox.com.mx/cultura/laberinto
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