Más Cultura

La respuesta estudiantil

Danza.

Dice el periodista Ryszard Kapuscinski: “Hoy para entender hacia dónde vamos, no hace falta fijarse en la política, sino en el arte. Siempre ha sido el arte el que, con gran anticipación y claridad, ha indicado qué rumbo está tomando el mundo”. Sentencia pertinente y atinada para comenzar el año 2015 y para lo que en términos del arte y en particular de la danza podamos esperar.

Al término del año pasado las instituciones oficiales dejaron bastante qué desear tras el incumplimiento de pago a varios artistas que aún hoy siguen sin obtener respuesta satisfactoria y se han encontrado incluso con el cambio de número telefónico al que llamaban para ser atendidos. El panorama oficial para este año que comienza no resulta significativamente diferente en lo que al ámbito administrativo se refiere; sin embargo, y siguiendo el tenor de la cita inicial de esta columna, las dinámicas, tiempos e inquietudes poco o nada tienen qué ver con la abulia de funcionarios e instituciones ya que, en consonancia con la inercia nacional, los temas y ocupaciones mundiales y nacionales son vastos y proponen un sinnúmero de líneas críticas, argumentativas y de contenido. El pulso nacional sugiere que la danza tiene frente a sí la tarea ardua de reflejarlo.

Debemos reconocer que en 2014 fueron, principalmente, los estudiantes de las escuelas profesionales quienes pusieron el ejemplo de una danza comprometida con el entorno y que buscaba reflejar el ánimo de México y el mundo. Tal vez porque poco o nada tienen por perder, tal vez por el ánimo de juventud que los empuja, fueron ellos quienes pusieron su lenguaje al servicio del sentir de la humanidad, sobre todo a partir de lo acontecido el 26 y el 27 de septiembre. Rompieron la estructura tradicional de asistir a espectáculos dancísticos, aquellos en los que el espectador paga un boleto y se sienta en la butaca, aplaude y se va, le guste o no lo que mira: la subvirtieron para llevar un lenguaje bello por definición a semáforos, plazas públicas, bibliotecas, calles y avenidas. Dejaron de esperar que la gente llegara al foro; llevaron la danza a la gente, la llenaron de contenido.

En los últimos meses del año, el público pudo ver a los bailarines y dar cuenta no solo de su existencia sino del modo en que dicen las cosas y manifiestan el pulso de la humanidad. Los estudiantes de danza en México superaron las camisas de fuerza impuestas por los temas de moda o la dictadura de las becas que definen lo bien hecho de lo mal hecho. Fueron los estudiantes quienes dieron una lección sobre la relación directa del arte con la realidad.

Inicia el año y esperamos que el Día Internacional de la Danza, festivales, galas, encuentros, concursos, cursos y talleres por venir, sean un campo fecundo para el ser y hacer de coreógrafos y bailarines y que éstos, a su vez, respondan con su arte y lenguaje a las necesidades expresivas de las pulsiones mundiales, pero sobre todo nacionales. Esperemos que los estudiantes de danza mantengan la firme intención de comunicarse a través del arte y sea su hacer dancístico un ejemplo de acción y comunicación que revalore el arte y lo coloque más allá del concepto ornamental en que se tiene.

Estaremos atentos a los distintos eventos programados para este año y esperemos que no solo se trate de llenar carteleras y programas, sino que exista una cascada de propuestas creativas que revelen y hagan manifiestas las inquietudes que mueven a la nación y al mundo.

Hagamos votos porque la danza se manifieste viva e inteligente en un país en el que, al parecer, hacen falta bombardeos de humanidad y belleza.

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.