El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) anunció la inclusión en su cuadro básico de dos medicamentos innovadores que, en un lapso de tres a seis meses, curan la infección por hepatitis C, los cuales fueron adquiridos 89 por ciento más baratos de lo que cuestan en Estados Unidos.
“Este medicamento en el mercado privado de EU tiene un costo de 75 mil dólares (por paciente). En la mesa de negociación obtuvimos un precio de 168 mil pesos ya con el procedimiento de diagnóstico”, informó el director general del IMSS, Mikel Arriola, tras explicar que tienen una prevalencia de 140 mil casos, 81 mil derechohabientes debidamente diagnosticados y una mortalidad anual de mil 570.
Los dos tratamientos orales se otorgarán como parte de un modelo de atención integral que involucrará en una primera etapa a mil 600 pacientes, mismos que fueron elegidos por padecer hepatitis C en etapa crónica, es decir, con daño avanzado en el hígado.
La enfermedad en México
De acuerdo con los datos epidemiológicos dados a conocer por David Kershenobich Stalnikowitz, director del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, hasta 70 por ciento de las personas que contraen el virus, antes incurable, desarrollan complicaciones crónicas debido a que ese mal tarda hasta 20 años en manifestar los primeros síntomas (cansancio extremo y fiebre, sangrados y diversos malestares).
Cuando se detecta, una cuarta parte de las personas desarrolla cáncer hepático y casi un tercio evoluciona a cirrosis, aparte de que requieren un trasplante de hígado al que solo acceden dos de cada cinco.
Una de cada cinco personas fallece por sufrir infecciones avanzadas, por lo que Kershenobich Stalnikowitz calificó de histórica la inclusión de dichos fármacos poco después de que obtuvieran el registro de la Cofepris.
El protocolo de suministro de medicamentos —los cuales pueden curar en 12 semanas, pero el IMSS decidió dar seguimiento hasta por seis meses— se ampliará paulatinamente al resto de los derechohabientes, 81 mil ya debidamente diagnosticados, en medida que se generen los ahorros catastróficos que significa atender y tratar dicha enfermedad con medicamentos menos eficaces y que propician más incapacidades y complicaciones, además de que incrementan el tiempo de hospitalización.
En 2015, comentó Arriola, el IMSS invirtió 591 millones de pesos, de los cuales 232 millones fueron para adquirir 88 mil 332 piezas de interferón. “Estamos hablando de un gasto per cápita de 150 mil pesos para tratar a cada paciente con interferón, un tratamiento menos efectivo, que debía darse por dos años”, destacó Arriola.
Ahorros
Con los nuevos fármacos “de manera directa tenemos un ahorro de 94 mil pesos por paciente, esto tiene que ver con la duración (pasar de 2 años a un máximo 6 meses) y se espera que en el mediano y largo plazos, haya también una disminución de 75 por ciento en incapacidades, tomando en cuenta la reducción de los tiempos de recuperación del tratamiento”, dijo Arriola ante integrantes de la industria farmacéutica que celebraran que, por primera vez en la historia del IMSS, se accediera tan rápido a tratamientos innovadores.
Los gastos por 12 meses de incapacidad laboral con el tratamiento convencional oscilaban en 42 mil 286 pesos; con el nuevo esquema bajará a 10 mil 571 por el tiempo que dura el protocolo de tratamiento curativo. “Este es el tipo de modelo que aplicaremos, adquirir solo los tratamientos (de patente) que curen”, aclaró.
El modelo de atención integral, que se basa en detectar, diagnosticar, evaluar, tratar y dar seguimiento a los derechohabientes se aplicará en ocho centros de referencia en varias zonas del país.
Con este protocolo, informó el titular del IMSS, se pondrá en marcha en la red nacional más grande, se asegura la oportunidad y la calidad en la atención, se integran procesos eficientes en una red de servicios con cobertura nacional, se incorporan medicamentos innovadores y se aplican lineamientos estandarizados basados en la evidencia científica.
México ocupa el lugar número 10 a escala mundial y el segundo en Latinoamérica con mayor número de casos con hepatitis C. Se calcula que hay un millón 600 mil mexicanos infectados y solo 232 mil tienen un diagnóstico certero, incluyendo todo el sector de salud.