Miles de gatos llegan al mundo cada año en camadas de por lo menos tres crías. No es poco frecuente descubrir que en la mayoría de las ocasiones no comparten los mismos rasgos físicos.
La causa de esta rareza es un fenómeno conocido como superfecundación heteropaternal.
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Sucede que una gata puede ser fecundada por más de un macho durante el mismo periodo de ovulación. A diferencia de un embarazo común, en el que un macho puede fecundar varios óvulos, en un caso de superfecundación heteropaternal cada cría puede ser engendrada por un padre diferente.
No es un fenómeno exclusivo de los gatos. De hecho, es recurrente en otras especies de mamíferos, como perros, vacas, roedores y humanos.
¿Humanos mellizos de padres distintos?
En efecto, aunque es poco frecuente —un estudio arrojó que se presenta en uno por cada 400 nacimientos de gemelos en EU—, se han registrado casos de superfecundación heteropaternal en humanos.
Sin embargo, su ocurrencia es un auténtico desafío de la naturaleza, porque el organismo de la madre debe arrojar dos óvulos que luego tendrían que ser fertilizados por dos espermas provenientes de padres distintos. La probabilidad de que esto suceda es pequeñísima.
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