El presidente de Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, dijo que Gabriel García Márquez nos dejó un Jueves Santo, entre una luna roja, una granizada épica y un temblor de miedo, digno marco cósmico para el inventor y cronista de la realidad mágica de Latinoamérica.
En el homenaje realizado en el Palacio de Bellas Artes, Tovar y de Teresa dijo que el Nobel de Literatura fue un ejemplo de vida, "vivía a plenitud la armonía que logró con su familia, porque tuvo una familia extraordinaria; una esposa excepcional, que lo acompañó desde 1958, como dicen las reglas sociales: en lo próspero y en lo adverso.
Tovar y de Teresa dijo que en El coronel no tiene quien le escriba encontramos estas líneas: "Es la vida, más que la muerte, la que no tiene límites". Sus libros, su legado, su invaluable regalo al mundo, tampoco tienen límites.