Sully
Calificación, 8. Tom Hanks logra en esta película interpretar a un héroe de bajo perfil, un capitán bigotón que consigue la proeza nada despreciable de aterrizar un avion a la mitad del río Hudson y salvar a todos los pasajeros. El director Clint Eastwood sigue realizando buenas películas interpretando héroes de la vida cotidiana. Vale la pena ver Sully en una pantalla grande porque, por más que parezca una obra sencilla, la verdad es que tiene impactantes imágenes, sobre todo en lo que respecta a los sueños del capitán. La crítica ha sido buena con Sully. El público también. La verdad es que es una película que cumple sin meterse en demasiados problemas. Justo como hace nuestro heroico capitán.
Saint amour
Calificación 5. La cinta se mueve al ritmo de un Gérard Depardieu que solo sorprende por su gordura. Saint amour es una comedia bobalicona llena de dramatismo banal. La historia promete conmovernos con base en la conflictiva relación de un granjero francés y su hijo. Ambos recorren las ferias vitivinícolas de Francia emborrachándose con un chofer parisino. No pasa mucho más. Hay sexo sí, como suele suceder en las películas francesas cuando los directores no saben cómo interesar con temas menos carnales. Al filme le ha ido muy mal con la crítica. El público no la soporta. Si usted es de esos que cree que un película es buena por el único hecho de ser francesa, véala bajo su propio riesgo.
Jack Reacher: sin regreso
Calificación: 8. El filme carece de pretensiones y no pasa de ser una cinta que quiere y a veces consigue ser entretenida. No está a la altura de los grandes del género, a saber James Bond o la serie de Bourne. Tom Cruise es incapaz de imitarse a sí mismo en Misión imposible. La crítica (que la ha tratado bastante bien) hace notar que tanto el guionista como el director han buscado hacer de Jack Reacher un Harry El Sucio del siglo XXI. Al público la película le ha gustado sin apasionamientos con todo y que hay emoción, golpes, balazos y sentido del humor. Jack Reacher: sin regreso es la segunda parte de una serie hecha de fórmulas y es como la comida rápida de un restorán en el que uno siempre sabe qué esperar.
Espiando a los vecinos
Calificación: 6. Nuevo intento de unir el cine de espionaje con la comedia, combinación que a veces resulta hilarante y efectiva. No es el caso. Llega el minuto 20 y uno descubre que ni sabe de qué se trata la película ni se ha reído una sola vez. Espiando a los vecinos va todo el tiempo por caminos trillados. Ya hemos visto tanto a esta familia gringa de barbecue dominical y bourbon quincenal que nos sorprende menos que sus vecinos, los guapos y perfectos Joneses que son... lo que todo mundo imagina que son. Si después de ver el tráiler usted aún no sabe de qué trata el filme tal vez consiga sorprenderse con esta obra a la que, por supuesto, la crítica destrozó. Con el público a Espiando a los vecinos le ha ido un poco mejor, pero... ¿una comedia que pasa trabajos para hacer reír? Yo no la recomiendo.
Los Hámsters
Calificación: 7. Gilberto González fue estudiante del CCC. Los Hámsters es su tesis. La película (que pudo haberse llamado Los Simpson en Tijuana) toca el tema de la familia disfuncional, usando a estos cuatro personajes: un padre sin trabajo, una madre que ve telenovelas y arde en deseos pero no se atreve a echarse un polvo con el entrenador del gimnasio, un hijo marihuano que acaba de enterarse de que está a punto de ser papá y una hija bisexual que engaña a la niña lesbiana de la escuela y al ex novio por igual. Los Hámsters se presentó en Estados Unidos donde las pocas críticas que recibió fueron positivas. No es lo mejor del cine nacional, pero la verdad es que tampoco está muy mal.
Chocolat
Calificación 8.5 (sube a 9). La recomendación de esta semana es Chocolat. No consigue ser magnífica, pero tiene lo suyo. La crítica la ha tratado más o menos mal, en cambio al público le ha gustado. Resulta extraordinaria la interpretación de Omar Sy en el papel del cómico Chocolat, un africano que sirvió de patiño al cómico George Foottit a principios del siglo pasado. La relación entre el blanco y el negro sirve para hacer una pequeña reflexión en torno al racismo y el odio hacia los inmigrantes sin volverse un panfleto. La primera parte del filme es magnífica. La segunda cae un poco porque se vuelve el típico biopic. Aún así, el sentido del humor, las excelentes actuaciones y el majestuoso diseño de producción hacen de Chocolat la candidata perfecta para ser la recomendación en esta función dominical.
ALEC