¿Quién podría retratar mejor a una mujer que el hombre que la ama? Nickolas hizo más de diez mil retratos, fue uno de los primeros en incursionar en el retrato fotográfico a color en el mundo, pero si algo le obsesionó fue la imagen de su amiga y amante, Frida Khalo.
Nacido en 1892 en Hungría, Murray llegó a nuestro país en 1931, donde conoció a la hija de un fotógrafo, Guillermo Kahlo, llamada Frieda, Frida Kahlo y Calderón.
Si el amor de su vida, como ella misma decía, fue Diego Rivera, Murray, a la sazón de 39 años, cuando la pintora de Coyoacán tenía sólo 24, se convirtió no sólo en su amante, sino en un amigo entrañable, con el cual continuó en contacto hasta el fin de su vida, en los años cincuenta. Él moriría casi diez años después, en 1965.
Entre 1937 y 1946, Murray hizo el mayor número de fotografías, no sólo de retratos de Frida, quizá el más famoso hoy día “Frida on White Bench”, hecho en Nueva York en 1939.
Esa imagen es la que ha utilizado el Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla (Imacp) para invitar a la exposición que será inaugurada el próximo jueves 22 a las siete de la tarde por el alcalde Luis Banck Serrato, en la galería de arte del Ayuntamiento, patrocinada por Notivox DIARIO PUEBLA: “Frida Kahlo a través del lente de Nickolas Murray”, la cual permanecerá en el sitio del Portal Hidalgo hasta el 22 de mayo; cabe recordar que al mes siguiente se cumplirán 111 años del nacimiento de la autora del cuadro “Autorretrato con changuito”.
Se trata de 53 fotografías realizadas por el húngaro pero hechas famosas por publicaciones estadunidenses emblemáticas como “Vanity Fair”, “McCall”, “Ladies Home Journal” y “Harper’s Bazar” y otras, de donde obtuvimos, para la posteridad las características emblemáticas del rostro de la mexicana y de su indumentaria.
Si bien Murray, cuya fascinación por Frida es absolutamente patente en cada uno de sus retratos a color, también le hizo a su amante fotos en blanco y negro, por lo que en la más de media centena de imágenes que veremos en la galería más visitada de la Angelópolis, por primera vez podremos ver las imágenes de Frida con ropa de tehuana, sentada, con el panorama de rascacielos de Nueva York a sus espaldas.
Pero también podemos reconocer su Casa Azul de Coyoacán, con sus perros mexicanos, o con su eterno amor-odio Diego “El sapo” Rivera, incluida, por supuesto, esa foto donde ella y Chavela Vargas yacen, riendo a carcajadas, mientras se supone que la mano izquierda de la cantante de ranchero está casi sobre el seno derecho de la pintora.
La muestra, que será vista completa por primera vez en México después de haber estado el año pasado en Long Beach, California, incluye a Frida con rebozo magenta; con blusa azul de satín, el inquietante autorretrato de Nickolas Murray con Frida en el estudio de ésta en Coyoacán en 1941, en la cual destacan la pareja y el cuadro que la pintora de espesas cejas tiene en el caballete.
Blanco, color y negro
La vida azul, la vida envuelta en un rebozo, la vida detenida en una naturaleza muerta donde destaca un loro.
La cotidianeidad de una pareja que se amaba y se odiaba. El dueño convertido en casa azul, los estudios de Frida, de Covarrubias, la hermana, los amigos.
Momentos detenidos, detalles de hechos pensados para la posteridad; nombres, fechas, ciudades, poses de un México ido, de un arte que se construyó con base en el mito
Viajes, amores, rebozos y blusas de lo Mexicano que se volvería moda, marca y mercadotecnia.
Sueños, coronas de espinas, perros, Coyoacán repetido como un mantra. Murray obsesionado con una mujer que fundaba un mito.
Eso ha traído el Imacp a la capital poblana, con el apoyo de Notivox Puebla:
Las obras que veremos son: “Frida con Diego y Miguel Covarrubias, Tizapán” de 1937; “Frida y Diego, Coyoacán” de 1938; “Frida con figura olmeca, Coyoacán” de 1939; “Frida y Diego, San Ángel”, de 1941; “Frida con blusa rosa y verde, Coyoacán”, de 1938; “Frida con blusa de satín azul” de 1939; “Frida icono, San Ángel” de 1938; “Frida on Rooftop”, “Frida within picture frame, Coyoacán” 1938; la famosísima “Frida on White Bench, New York”, “Frida con su hermana Cristina, Nickolas Muray y Rosa Covarrubias, Coyoacán”, “Frida con ‘Granizo’, Coyoacán”, “Frida pintando ‘Las dos Fridas’, Coyoacán”, “Frida Kahlo, The Breton Portrait”, y “Frida con artes hechos por Picasso, Coyoacán” estas últimas de 1939.
Como un testimonio, un homenaje, una obsesión, Murray retrató: “Frida apoyada en una escultura de Mardonio Magaña, Coyoacán” de 1940; “Frida en una silla amarilla, San Ángel” de 1941; el mencionado e inquietante autorretrato del propio Nickolas Murray con Frida, en el estudio de ésta en Coyoacán en 1941; y “Frida on Rooftop, New York” de 1946; “Miguel Covarrubias at Easel” de 1940; “Frida con Nick, (detalle) Coyoacán” de 1939; “Miguel Covarrubias, impresión de ‘Caricatura de Nickolas Murray’ de Miguel Covarrubias”, Circa 1927; “Frida frente a la cerca de órganos, San Ángel” de 1938; “Impresión de ‘Lo que el agua me dio’, de Frida Kahlo” de 1938; “Impresión de ‘Autorretrato con collar de espinas y colibrí” de Frida Kahlo”, e “Impresión de ‘El sueño’ de Frida Kahlo, ambos de 1940.
La pasión, la veneración y la obsesión de Murray están en “Impresión de ‘Naturaleza muerta con loro’ de Frida Kahlo” de 1951; “Frida con rebozo magenta, New York” 1939; “Frida, Tizapán” de 1937; “Frida and Diego, Tizapán” de 1937; “Frida, en el campo” de 1938; “Frida y Diego besándose, Coyoacán” de 1938; “Frida, Coyoacán” de 1938; “Frida con rebozo magenta, New York” de 1939; “Frida con blusa de satín azul” de 1939; y “Frida, Coyoacán” de 1939.
“Frida con su mascota águila, Coyoacán” de 1939; “Frida, San Ángel”, “Frida con Diego, San Ángel de 1941”; y “Frida con Arija” son parte dela pasión del húngaro por la mexicana.
La pintora escribió: “Nick, te amo como a un ángel... nunca, nunca te olvidaré, eres mi vida y ojalá que nunca lo olvides”. Es una carta de 1931. 87 años después sus palabras resonarán en Puebla.
AMV