Del general Felipe de Jesús Ángeles Ramírez se han escrito infinidad de páginas a lo largo de la historia, pero hace 25 años Ignacio Solares decidió que había que darle una nueva forma a su historia de vida, a través de las herramientas de la ficción. Así surgió La noche de Ángeles, que en aquel momento obtuvo el Premio Diana Novedades.
Una novela que permanece hasta nuestros días, ahora publicada bajo el sello de Tusquets, después de haber salido varias ediciones y vender poco más de 50 mil ejemplares y, en especial, de irle ganando la batalla al tiempo.
“Creo que yo puse mi granito de arena al sacar a este héroe hace 25 años y por suerte es un libro que lleva varias ediciones y se han vendido más de 50 mil ejemplares: son 50 mil gentes que se han enterado de la existencia de héroes que no solo fueron idealistas y soñadores, aunque no están en el panteón de los elegidos, como Madero, Zapata, Villa, Obregón o Calles…”, dijo Ignacio Solares en entrevista con MILENIO.
Una historia que surge más de lo “simbólicamente verdadero que de lo históricamente exacto”, en palabras del mismo escritor; incluso está convencido de que más allá de los estudios desarrollados por historiadores como Adolfo Gilly, el Ángeles más exacto es el dibujado por Elena Garro en “Felipe Ángeles, pieza en tres actos”.
“Felipe Ángeles es para mí un símbolo de lo mejor de la revolución mexicana y es prueba de que este país puede dar grandes hombres. Si tú me dieras un ejemplo de alguien íntegro, pleno, que pudo haber gobernado de una manera inteligente, coherente, sensible al pueblo, honesto, éste sería Felipe Ángeles”, asegura Solares al reflexionar sobre los 25 años de la aparición de La noche de Ángeles.
Incluso, para el autor de títulos como Madero, el otro o Columbus, su novela emblemática -su libro consentido”, diría-, es la que aborda la historia del general Felipe Ángeles, no solo por lo que significa literariamente, sino por el significado del revolucionario para nuestro país.
Novelista e historiador
Varias de las novelas de Ignacio Solares se guían por su interés en la historia, en específico de la revolución mexicana, pero no es historiador: “entré a la historia por la puerta trasera”, confiesa quien estudió Letras Españolas y Filosofía, pero cuando tuvo la suerte de tener acceso a los documentos espíritas de Madero, logró introducirse “en un terreno maravilloso, que para mí ha sido una veta literaria, filosófica, obviamente histórica, pero además de una gran realización personal”.
“A partir de Madero y de enterarme lo que fue la Decena Trágica y cuando decide dejar en manos de Victoriano Huerta el Ministerio de Guerra, ahí se derrumba la revolución; si, como le decía su hermano, ha puesto a Felipe Ángeles, otro gallo nos cantara: simple y sencillamente no habría habido cuartelazo, y es posible que no se hubiera producido esa sangría brutal de más de 20 años y que tantas vidas le costó al país.
“Y luego me acerqué a Felipe Ángeles, porque leí una biografía muy especial, de Federico Cervantes, donde te pinta a un Ángeles profundamente romántico, soñador, idealista, socialista: si el novelista no se enamora de sus personajes, no los puede recrear”.
Con 25 años de historia, La noche de Ángeles ha mantenido su vigencia en gran parte por haber sido la primera novela que se escribió acerca de un personaje fundamental para la historia mexicana, no solo por su visión política, sino por sus tácticas militares, que no ponían en avanzada en aquellos días, de acuerdo con Ignacio Solares.
“Fue un personaje que me dio aliento, ya después vinieron múltiples personajes que me han sido fundamentales, pero Ángeles y Madero quedaron ahí… es una gran pareja para nuestra historia”.
Si existió, “entonces no todo está perdido”
La reflexión de Ignacio Solares es muy clara: si México pudo darle cabida a un personaje como el general Felipe Ángeles, entonces no todo está perdido. Hay esperanza.
“Éste país no puede ser tan malo si dio lugar a un Felipe Ángeles. A veces, la esperanza se coloca en ciertas circunstancias o personajes, y dices: ‘Por algo ese poder superior en el que creo’ hubo un Felipe Ángeles en México: estamos hablando de un personaje idealista, de algo que nos hace conservar algo que hemos perdido más que nada en este momento: la esperanza.”
Felipe Ángeles era un hombre profundamente culto, se exilió en Francia, hablaba muy bien el francés, y en el juicio que le llevan a cabo en el Teatro de los Héroes de Chihuahua, él hace su defensa personalmente y nada más por no recordar que algunas de en algunas de las batallas emblemáticas de Pancho Villa, como la toma de Zacatecas, el general Ángeles tuvo una participación fundamental, reconoció el escritor.