Sarita Libuh y el misterio después del puente es el título de la novela de la escritora costarricense Monserrat Curriel, una historia vinculada con su propia vida, pero más como una metáfora de lo que llega a afrontar todo ser humano: enfrentar una nueva realidad, dentro de un ambiente muy distinto.
“Atravesar el puente fue empezar en una nueva cultura, con otro idioma, acompañada de una niña y con todos los miedos que se aparecen en ese proceso. Todas las inquietudes que aparecen en el camino se funden con la magia de la vida, porque es como si hubiese un plan perfecto, en donde nos encontramos con personas de diversos lugares que nos dan la mano: es un llamado a que la gente recuerde que siempre hay algo positivo en ese paso que damos”.
Y es que luego de pasar buena parte de su vida en Costa Rica, emprendió un nuevo camino como diplomática en Suiza, convencida de que todos los cambios que hacemos tienen una razón de ser, por lo que el libro termina siendo una fusión de su experiencia de vida y de lo que sus hijas le regalan todos los días.
“Soy mamá y trabajo al cien por ciento, pero desde muy pequeña me ha gustado el tema de la escritura, la fantasía y la magia... me encantaba inventar historias, cuentos infantiles, pero creo que durante mi segundo embarazo tuve el tiempo para darme a la tarea de recuperar esa pasión.
“Nunca imaginé que sería para publicar, sino más bien para entretenerme en ese momento y llegamos a sacar el libro. Como mamá, al tener a mis dos niñas, siempre me llamó la atención esa posibilidad de volver a disfrutar de la niñez, a ver las cosas desde los ojos de un niño, en este caso de mis hijas, una de 14 y la otra de cuatro; eso es lo que me impulsó a seguir adelante y seguir escribiendo para esta población”, explica la autora de Sarita Libuh y el misterio después del puente, traducido al inglés y al francés y que llega a México en forma de cómic, con ilustraciones de Ed Jiménez.
El volumen cuenta la historia de Sarita, una niña que no imagina la aventura que le espera al cruzar ese puente que cuelga sobre un caudaloso río, porque al llegar al otro lado empezará una nueva vida en un mundo mágico; se trata de un género que ha formado parte del crecimiento de Monserrat Curriel, quien desde muy pequeña imaginaba cosas que, tal vez, no puedan suceder en la realidad que vivimos, pero sí podía desarrollar a gran escala en su mente.
“La fantasía me ha permitido ser ese canal que le da forma al miedo, a la tristeza, que realmente representa muchas de esas emociones que tenemos y, a veces, no sabemos describir. También me ha permitido mostrarle a los niños y niñas que hay días grises, altas y bajas: la vida debemos verla como un permanente cambio, donde todo es posible”.
Y no sólo eso, porque gracias a la fantasía se ha permitido acercarse a espacios que no siempre se muestran, sobre todo en el caso de las infancias y temas como el Alzheimer o ciertas condiciones, como el autismo, siendo un libro que aborda esos temas de inclusión de una manera diferente, “no desde la idea de que se trata de algo extraño, sino del mismo personaje, de manera tal que se refleje su forma de ver el universo de una manera más llevadera, más natural”.
PCL